Invitan a participar de un taller de lectura y escritura de minificción

Se desarrollará de forma presencial (en la sede de AMET Regional Entre Ríos, en Paraná) y virtual. La coordinación estará a cargo de la profesora y escritora María Rosa Gianello.

AMET Regional Entre Ríos invita al público en general y afiliados al Taller de lectura y escritura de minificción, que comenzó este jueves 6 pero se desarrollará de forma presencial (en la sede del gremio en Paraná) y virtual. La coordinación estará a cargo de la profesora y escritora María Rosa Gianello.

Por informes comunicarse al WhatsApp 343-4710704 o al correo mariarosagianello@yahoo.com.ar.

El taller se da en el marco de las políticas de apoyo de AMET Entre Ríos a la cultura y a la literatura. «Ha apoyado a los escritores de minificción, avalando sus Antologías federales premiadas por el Ministerio de Cultura de la Nación, en el programa Gestionar futuro. En el año 2023 promovió un concurso literario dentro de las escuelas agrotécnicas», recordaron desde AMET.

Sobre la minificción indicaron que «es un género poco difundido en la provincia y a su vez muy actual y atractivo por sus características: brevedad y profundidad».

Unas palabras sobre el género minificción:

Es heredera de la larga tradición del cuento latinoamericano, aparece como el género de nuestra época y efectivamente, Lauro Zavala afirma:

«La minificción puede llegar a ser la escritura más característica del tercer milenio, pues es muy próxima a la fragmentariedad paratáctica de la escritura hipertextual, propia de los medios electrónicos» (Lauro Zavala, 2014).

En un mundo de poco tiempo y espacio, aparece efectivamente como el género apropiado, permitiendo democratizar, gracias a su brevedad, el acceso a la literatura. Pero el error sería pensar que una minificción selee más rápido o más fácilmente que un cuento tradicional, al contrario, la lectura de una minificción invita a la reflexión y requiere participación del lector. A través de sus «10 microapuntes sobre minificción», Andrés Neuman nos revela su propia definición del género:

«La vocación de toda minificción decente es crecer sin ser vista.

No es lo mismo lo breve que lo corto: lo breve calla a tiempo, lo corto antes de tiempo.

Lo más raro de la minificción no es su extensión minúscula, sino su radical estructura.

Los personajes de la minificción caminan de perfil.

La tentación del chiste es la termita de la minificción.

Puntuada con bisturí, los verbos vuelan, los sustantivos corren, los adjetivos pesan.

La minificción necesita lectores valientes, es decir, que soporten lo incompleto.

Cuanto más breve parezca, más lento ha de leerse”.