El responsable del taller de tapicería encontró el martes por la mañana, cuando acudió a su trabajo dentro de la Unidad Penal, el candado roto de la puerta de ingreso y constató que faltaban herramientas y el pegamento que se utiliza. De inmediato se dio aviso a las autoridades
carcelarias, que constataron que el interior estaba todo revuelto y que faltaban las herramientas y el pegamento.
El director de la cárcel, Alejandro Ezpeleta, ordenó una requisa en toda la penitenciaría y según informó ElDía, «se recuperó el 80 por ciento de lo robado». «Todo lo que se encontró estaba en poder de los internos», señaló el responsable de la UP2. También destacó que en ese sector no había cámaras de seguridad y por ello se decidió la instalación de la cámara número 19, que controlará el sector de los talleres, la Unidad de Visita Familiar y el ingreso al salón de visita.