En la noche del viernes las fuerzas de seguridad realizaron controles sobre los mensajeros que trasladan elementos de necesidad. Por otra parte, el Centro Comercial pide que se abran alternativas a rubros que hoy siguen cerrados.
Cabe destacar que durante la semana se puso en práctica un formulario para que los mensajeros o también conocidos como delivery, se inscriban de manera virtual. El listado en pocas horas ascendió a 80 inscriptos que se encuentran encuadrados solo para trasladar elementos permitidos durante este aislamiento social.
El objetivo del formulario es que la persona que preste el servicio, se registre en un link para quedar registrado y cuando esté realizando la actividad pueda hacerlo con normalidad ante los controles.
La inscripción se debe registrar en el link: https://forms.gle/WE6osmtq6tEYyGTu8. Las fuerzas de seguridad cuentan con el listado que se actualiza diariamente.
Opción para no cerrar
Con la emergencia sanitaria que se vive en todo el mundo, los servicios de delivery se volvieron una opción, para que algunos comercios puedan seguir trabajando. Las casas de comidas, fueron una de las ramas que tuvieron la posibilidad de seguir trabajando, mediante los motomandados.
Un pequeño pantallazo brindó la dueña de un local de comida de Concepción del Uruguay, que contó cómo viven, o mejor dicho, como intentar sobrevivir la crisis por la pandemia.»La estamos peleando día a día, esperamos que termine pronto todo lo que está pasando. Por suerte los empleados nos están ayudando un montón, y entre todos estamos luchando contra esta situación».
Sobre su servicio, contó que «nosotros abrimos durante el mediodía, con el servicio de delivery y para que la gente puede venir a comprar, respetando las medidas necesarias. De noche también nos manejamos con el servicio de delivery». «En comparación con meses anteriores, estamos trabajando un 70% menos, pero tenemos bastantes envíos, a distintos lugares de la ciudad. A veces tenemos que decir que no, porque el cadete no llega», finalizó.
El de los deliverys fue un cuello de botella, ya que la demanda de los motomandados se multiplicó por 5 o 6 veces. “Muchos lugares que no trabajaban con envíos a domicilio, tuvieron que empezar a hacerlo. A eso se le sumaron los que ya venían trabajando a pedido y también se suman los diferentes rubros que comenzaron a trabajar con envíos”, señalan.