De la mano de Emiliano Rigoni, autor de dos goles, y un trabajo colectivo inteligente y eficaz, Independiente demolió 5 a 0 a Patronato de Paraná, gracias a lo cual Ariel Holan pudo conseguir su primer triunfo como entrenador del conjunto de Avellaneda.
Al margen de lo hecho por Rigoni, en lo individual también habrá que destacar la actuación del juvenil Ezequiel Barco, quien además de conseguir un gol, fue uno de los hombres más desequilibrantes del encuentro.
Nada se podrá rescatar de Patronato. El conjunto paranaense no tuvo respuestas ni individuales ni colectiva, y en algún momento, cuando la goleada estaba a punto de concretarse, abusó de la pierna fuerte.
Cuando los protagonistas todavía se estaban acomodando, y el reloj no alcanzaba los 4 minutos de juego, Independiente se puso en ventaja. Emiliano Rigoni encaró desde el medio y hacia la derecha y tras dejar un par de rivales, picó la pelota ante el desesperado cierre de un defensor y el arquero Sebastián Bértoli.
Obligado por el resultado, Patronato intentó asumir el dominio del trámite a partir de la tenencia de la pelota, aunque sus jugadores se mostraron imprecisos a la hora de elaborar circuitos de juego en un terreno pesado y con mucha agua. Cómodo con el resultado, Independiente eligió retrasarse algunos metros para salir en velocidad aprovechando los amplios espacios, siempre con Walter Erviti como su hombre más claro, que Patronato dejaba en el fondo.
A los 40 minutos, cuando parecía que la historia se empezaba a complicar, Independiente consiguió el segundo gol. De un corner mal ejecutado, los de Holan iniciaron un letal contraataque, que Barco, en offside al recibir el pase de Rigoni, definió con un tiro cruzado.
En el arranque del complemento, Patronato trató de salir a buscar el descuento ante un equipo que posicionó a todos sus hombres en campo propio para salir de contra en base a la velocidad de Rigoni y Barco.
Y la postura de Independiente dio sus frutos a los 15, cuando Barco inició un nuevo contraataque. El juvenil corrió unos metros y le cedió el balón a Emmanuel Gigliotti, quien envió un centro para el ingreso de Rigoni, que no tuvo problemas para enviar la pelota al fondo de la red.
Ahí se terminó el partido porque Patronato se desdibujó, e Independiente en base a su inteligencia, tranquilidad y eficacia amplió el marcador, a través de los goles convertidos por Diego Rodríguez y Lucas Albertengo, e incluso pudo ir más allá del 5-0 final.
(Fuente: DyN)