La cartera nacional puso a disposición del Poder Judicial Federal datos arrojados por los Faros de Conservación que permiten identificar con precisión la ubicación de los terrenos donde se inician los focos ígneos.
La denuncia presentada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible nacional al Poder Judicial Federal, con asiento en Entre Ríos, incluye datos proporcionados por la tecnología de los Faros de Conservación, que permiten la detección de los focos ígneos de manera temprana y, gracias a la georreferencia de los terrenos, es posible identificar el área donde se inician los incendios en el Delta.
El ministro Juan Cabandié explicó que los Faros de Conservación «arrojan la localización de focos ígneos» y agregó que si tales datos «se cruzan con información catastral de las provincias, la Justicia puede determinar claramente quiénes son los que prenden permanentemente fuego en el territorio». «Nosotros tenemos herramientas, instrumentos e información para reforzar a la Justicia y que se sepa quiénes son los que prenden los focos», subrayó.
En el mismo sentido, el secretario de Control y Monitoreo Ambiental, Sergio Federovisky, sostuvo que «desde el Ministerio de Ambiente se realizan los máximos esfuerzos para la prevención y el manejo de los incendios, pero si el Poder Judicial no se encarga de detectar y sancionar rigurosamente a los responsables de los mismos, esa impunidad genera una situación propicia para que no se verifiquen los cambios en la conciencia social y en las prácticas culturales que se requieren».
La denuncia aporta especificaciones técnicas del sistema de detección de fuego que utiliza el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) dependiente del Ministerio de Ambiente. «A través de la georreferencia que brinda dicha tecnología, se pueden localizar con exactitud cuáles son los campos en donde se generan los focos ígneos, para luego conocer mediante los oficios judiciales la titularidad de dichos predios», dijo Federovisky, al tiempo que consideró que se podría solicitar «a las diversas compañías telefónicas que informen los rebotes de las antenas en dicha zona a efectos de establecer quiénes se hallaban en el lugar del evento dañoso en el horario indicado».
«De esta manera, la Justicia puede tomar las acciones necesarias y garantizar el cese de incendios intencionales», dijo el funcionario nacional.
El Sistema de Monitoreo y Alerta Temprana de Incendios del Ministerio de Ambiente de la Nación se compone de torres de entre 30 y 40 metros de altura, sobre las que se colocaron cámaras multiespectrales (que detectan humo y calor) y de video, conectadas a internet. A través de un software se localizan los focos de incendio y dos centros de monitoreo reciben y analizan las alertas para reenviarlas a los destinatarios. De esta manera, la cartera ambiental emite los avisos correspondientes a las jurisdicciones, que, de acuerdo a las competencias establecidas, son las que deben abordar de manera inicial los focos para su extinción en el territorio según establece la Ley 26815 de Manejo del Fuego.
Las alertas emitidas por Nación aumentaron de 181 en el mes de mayo, a 269 en junio, para escalar a 237 en la primera quincena de julio. Los datos surgen del reporte trimestral de los mencionados faros, que evidencian cómo se multiplicaron las incidencias de focos ígneos y las alertas emitidas a las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires, gracias al funcionamiento del sistema de detección temprana de incendios forestales que opera todos los días, las 24 horas.