El hombre que se llevó el lunes por la tarde los 300 mil pesos y 3000 dólares del departamento del décimo piso, está grabado en las cámaras. Ingresó por el garaje con un control remoto y subió en ascensor hasta la terraza privada del damnificado. Lo persiguieron por Ruta 20 y pudo escapar. Está prófugo.
El personal policial de la División Investigaciones de Gualeguaychú ya había hecho su trabajo y tenía prácticamente acreditada la identidad del delincuente que el lunes por la tarde desempotró la caja fuerte ubicada en el departamento más alto del edificio Eco Torre, ubicado en Sarmiento y Doello Jurado, y se llevó más de 400 mil pesos. Pero fue la certificación de una de las huellas levantadas en la escena la que terminó por confirmar que se trataba de un hombre oriundo de Gualeguaychú con un frondoso prontuario.
La fiscal Natalia Bartolo había solicitado el miércoles por la mañana tres órdenes de allanamiento que el Juzgado de Garantías concedió para domicilios ubicados en calles 2 de Abril, Aguado y el tercero en el barrio Zabalet. Estos pertenecen a trabajadores del edificio que casualmente tendrían vínculos familiares con el sospechoso y la casa del buscado.
Se ordenó la detención inmediata del delincuente, que quedó registrado en las distintas cámaras de seguridad del edificio. Allí se lo graba entrando por el garaje con un control remoto del lugar; y desde allí accede por el ascensor hasta la terraza comunitaria. Luego alcanza la terraza privada del departamento violentado, al que ingresa tras romper el vidrio de una puerta. Pero fue la cámara de uno de los pasillos la que logra identificarlo fielmente.
Este sujeto no pudo ser ubicado en Gualeguaychú y fue recién el miércoles por la mañana que se obtuvieron las primeras informaciones. La Fiscalía de Gualeguaychú recibió el llamado del fiscal de Colón, Juan Carlos Benítez, que dos mujeres y un hombre habían sido llevados a la Jefatura de esa ciudad para ser identificados por el supuesto robo de una moto.
Cuando se toma conocimiento de las identidades, la Policía de Gualeguaychú rápidamente relacionó a esos detenidos con el autor del robo al edificio, porque una de las aprehendidas es la novia. Y a quien se señalaba de ser el supuesto ladrón de la moto era a quien se buscaba por el robo.
A través de la Policía Caminera se obtuvo el dato que el sospechoso manejaba una Honda Tornado en dirección a Gualeguaychú y fue así que se dispuso que el personal de la Comisaría Cuarta lo esperara en el ingreso norte a la ciudad.
Cuando este delincuente llega a la Ruta 20 comenzó a ser perseguido, pero lejos de detenerse, el sospechoso trató de evadir el asedio policial tomando contramano e ingresó al campo La Providencia. El motociclista pierde el control del rodado y cae en un cañaveral mientras era perseguido, y a pesar de esto logró escapar por una zona de monte.
El subjefe de la Jefatura de Gualeguaychú, Cristian Hormachea, y el responsable de la División Investigaciones, Emilio Piaggio, viajaron a Colón para conjuntamente con la Policía de esa ciudad obtener información sobre los últimos movimientos del delincuente y compañía.
Los uniformados llegaron a dar con el testimonio de un remisero que el martes – un día después del robo al edificio – lo llamaron desde un complejo de cabañas situado sobre la ruta 135 para hacer un viaje. Subieron tres hombres y una mujer embarazada, y los trasladó hasta una casa en San José, donde la mujer dejó unos bolsos.
Lo que le llamó la atención a este remisero fue que durante el viaje los hombres hablaban de que llevaban mucha plata y que iban a ir a una concesionaria. Con este dato, Hormachea y Piaggio recorrieron varios comercios de venta de autos hasta que llegaron a uno en calle San Martín, en Colón, donde obtuvieron información precisa.
El concesionario le dijo a los policías que el hombre que buscaban había concurrido el miércoles por la mañana junto a otros dos a comprar una Chevrolet Meriva y que había tratado de pagar con dólares, pero como no se pusieron de acuerdo con el cambio de la moneda, llenó un formulario en calidad de reserva por 180 mil pesos aduciendo que por la tarde iba a volver a retirar el auto, pero nunca regresó porque minutos después iba a ser perseguido por la Policía.
Lo importante en la investigación son las pruebas que se han obtenido. Además de las filmaciones del edificio y de la huella que se levantó y confirmó la identidad, se secuestró el formulario que llenó el propio delincuente, aportando sus datos personales y el video de la agencia de autos donde se lo observa junto a otros dos hombres con frondosos prontuarios en Gualeguaychú y Urdinarrain.
Otro dato clave es que en la cabaña donde estaba alojado el sospechoso, se halló en un altillo monedas de distintas nacionalidades, que serían las mismas que denunció el damnificado cuando detalló lo que guardaba dentro de la caja de seguridad.
También se determinó que el alquiler de las cabañas donde paraba el supuesto autor del hecho y los dos hombres y dos mujeres que lo acompañaban, se alquilaron el mismo lunes por la mañana. La hipótesis es que el robo había sido planificado y que sólo el delincuente viajó desde Colón a Gualeguaychú y viceversa, tras realizar el “trabajo” él solo por la tarde del lunes.
Luego de todos los procedimientos, se constató que la Honda Tornado en la que escapó el prófugo hacia Gualeguaychú no había sido robada, sino comprada de forma particular a un mecánico en Colón. Por ello se logró recupera los 50 mil pesos que valió la transacción.