“Hoy dejé de mentir”

“Hoy dejé de mentir” El actor asegura que la gente ya no le pide que caricaturice a Cristina y jura que imitar a políticos es algo terminado. A los 40, revela que no está enamorado, pero que le gustaría ser padre: no descarta adoptar o alquilar un vientre. “Hoy dejé de mentir”

Martín Bossi cumplió cuatro décadas de vida en plena promoción de la película Un amor en tiempos de selfies, su primer protagónico en cine dirigida por Emilio Tamer, y que se estrenará el próximo jueves. “Los 40 me llegan en el momento más lindo de mi vida. Estoy a punto caramelo en lo físico, mental, en cómo entiendo la vida, no estoy perturbado”, asegura Bossi quien encabeza y produce Bossi Big Bang Show, el musical que bajará el telón el 26 de octubre en el Astral para luego cruzar el Atlántico y recaer en una breve estadía en España (ver  recuadro).  

—¿Estás pagando algún costo físico por trabajar sin parar?
—Sí. Me veo mucho más viejo que hace tres años. Cambié mucho mi alimentación con una nutricionista: dejé la Coca-Cola, chocolate, tomo proteínas, como pescado, trato de comer tres o cuatro veces por día porque antes no lo respetaba. La verdad es que antes daba muchas ventajas físicas. Hoy a lo sumo tomo algún corticoide para la voz. Hago mucho deporte.
El actor-imitador oriundo de Lomas de Zamora dice que goza de independencia al ser su propio dueño y no depender de la TV para vivir o vender más tickets en la boletería. Y lo ejemplifca con su pasado de profesor de tenis. “Siempre fui singlista, me gusta controlar los productos. Y lo hice a mis 40, así como Suar y Tinelli, salvando las distancias porque soy un pichón comparado con ellos, puedo tener mi productora, decidir con qué personas quiero trabajar. Hoy no elijo la tele para trabajar”.   

—Uno de los dilemas que plantea el film es que los artistas del under no deben corromperse por la TV y lo mediático. La guita. Urdapilleta fue uno de los pocos que mantuvieron esa ética. ¿Sentís que traicionaste a aquel tipo del under?
—Yo siento que no me corrompí. Estuve en la tele siendo empleado y tuve jefes que respetaron mis líneas artísticas, al ‘artista’ independiente con el que yo venía. Marcelo, Chato y Hoppe han colaborado conmigo y también en Pol-Ka. Yo he sido un actor independiente y me hice masivo a mucha honra.  

—¿Le debés algo a Tinelli y a Susana?
—No. No le debo nada a nadie. Ellos me dieron la opotunidad y siempre me deslomé. Marcelo me dio una posibilidad de trabajar, ejercemos la amistad cuando nos vemos, nos demostramos cariño. Con Susana nunca trabajé..

—¿Cómo te encuentra el amor hoy a los 40?
—Hoy dejé de mentir. Era muy triste. No sólo mentirle a la chica, sino a mí mismo. Quizá por miedo a enamorarme. Estoy en un momento muy estable, pero no estoy enamorado. Ser una persona mediática y contar mis cosas privadas no me gusta. A Darín nadie lo va a ver al cine porque tiene una linda mujer o a Robert De Niro nadie le dice “te felicito por la mina que te estás cogiendo”.

—¿No te gusta por discreto o vergonzoso?
—No. La parte amorosa es un costado que decidí mantener al margen por una cuestión de sanidad. El amor es importante, lo busco, y lo poco que recibí de una mujer me completó por más que después escapé.  

—¿Seguís con ganas de ser padre?
—Sí. Hay que ver si quiero pasar por una pareja. Es complejo para mí, pero deseo darle mi aprendizaje a un nene.

—¿Tenés pensado adoptar o, como hizo Ricky Martin, alquilar un vientre?
—Sí. Las dos posibilidades cuentan. Si no me enamoro, antes que estar con una persona mal como veo a mucha gente… Mi primer orden es con una mujer, segundo solo.

OLMEDO Y POLITICOS. Bossi se iba a poner en la piel de Alberto Olmedo para la película homenaje al comediante rosarino. Sólo llegaron a filmar el 30% y el proyecto se frustró. “Fue tema de guita y demás. Pude transitar su vida y hoy puedo homenajearlo en el teatro. Me dio mucha depresión. Estuve muy mal. Si algún día hay una propuesta para seguir su vida la hago, pero no retomaría la que estábamos haciendo, ésa para mí terminó. La gente ama y lo quiere mucho a Olmedo, y siento que no lo pudo disfrutar. Murió a los 54 años, menos de la edad que tiene hoy Francella. ¡Era muy joven!”.

El ex Gran Cuñado dice que “a Cristina no me la piden más. Hace cinco años que dejé de imitarla. Hacerla es retroceder en lo artístico. Ya fue esa etapa en la que hacía a los políticos”.

—Si se presentara Cristina, ¿la votás?
—(Piensa) No tengo idea. No sé ni quién se postula. Hoy nadie comparte nada. Antes veías a un tipo como Alfonsín, un Perón, una Evita, un Yrigoyen. Gente con personalidad. No me importa quién gobierne, si es mi mamá o el kiosquero, quiero que me vaya bien. Lamentablemente vote a quien vote la cosa no va a cambiar en nada.

—¿No querés imitar más?  
—No. Me cansé del “cómo te parecés”. Es ser o no ser. De “lo hacés igual”. Yo quiero ser yo, y tengo 40 años, y me tengo que hacer cargo y dejar de esconderme detrás de una máscara.

 

ENTRE BORGES Y MADRID

—En la pelicula participa Graciela Borges. ¿Cómo definís tu relación con ella?
—Es una mujer que me hace sentir a salvo, me hizo descubrir el amor real. Ella tiene un amor profundo, del alma, hasta el final.  La admiro como actriz y persona. Es una amiga. Si cometo el peor error de mi vida voy y se lo cuento primero a ella.

—¿A qué atribuís tu éxito en el teatro?
—Soy un tipo que estudió mucho. La gente encuentra un actor que deja la vida arriba del escenario, al que me ve actuar le puede parecer horrible lo que hago, pero no puede negar que transpiro la camiseta. Y eso gusta. Este espectáculo es bravo, la gente se ríe, bailan lentos, se transan, se emocionan y reviven a Tato Bores, Biondi, Olmedo y Portales.

—¿Hay una moda con la nostalgia? Pasa en la TV también con ‘Viudas e hijos del rock and roll’.
—No hay contenidos. Otras décadas atrás era una época en que se hacía, había iluminados, de estilo propio: Freddie Mercury o Rod Stewart. Hoy no hay particularidades en las nuevas bandas y músicos. Estamos en una crisis cultural profunda.     

—¿Hiciste muchos cambios para adaptar el espectáculo que llevarán a Madrid en diciembre?
—El monólogo de 40 minutos estará adaptado a España. El primer cuadro con los artistas internacionales queda igual, y el homenaje a los capocómicos desaparece y lo reemplazamos por una parte en que haré a Joaquín Sabina y Andrés Calamaro, artistas que son conocidos allá. Necesito hacerlo para abrir un nuevo mercado.