El hombre de 61 años es de Concordia, y pasó casi media vida en la cárcel. Cuando quedó libre en la pandemia, cometió estafas en su ciudad natal. Sumó cuatro años y medio de prisión, los cuales cumple en una cárcel entrerriana.
“Jamás usé armas, nunca herí ni lastimé a nadie”, aseguró Víctor Hugo Panfil, quien cuenta con un larguísimo prontuario de causas penales. El hombre de 61 años es de Concordia, y pasó casi media vida en la cárcel por robos cometidos sobre todo en Buenos Aires. Cuando recuperó la libertad, tras pasar 18 años preso, regresó a la localidad entrerriana, en plena pandemia. Allí volvió a reincidir, pero esta vez en el rubro de las estafas. Sumó dos condenas más, que fueron unificadas en cuatro años y medio de prisión.
El Juzgado de Garantías de Concordia a cargo de Germán Dri, condenó a Víctor Hugo Panfil a dos años y ocho meses de prisión efectiva, por haber perpetrado tres estafas, dos consumadas y una que no llegó a concretar. El hombre había sido detenido en enero de 2021 por la Policía, cuando ofrecía a la venta a través de Facebook una camioneta Totoya Hilux. Hasta que un interesado, oriundo de Chajarí, observó demasiadas idas y vueltas en la negociación, por lo que decidió llamar a la Policía para analizar la situación.
La División de Investigaciones de la Jefatura de Concordia detuvo a Panfil en un encuentro que pactaron para una falsa compraventa, y en el procedimiento localizó la camioneta que ofertaba. Al chequear el número de chasis, surgió que los datos no se correspondían con la patente, y que el vehículo presentaba un pedido de secuestro del Juzgado de Moreno, provincia de Buenos Aires, por una denuncia de robo.
El 15 de agosto de 2020 al atardecer, pidió cigarrillos en un drugstore ubicado en calle 1° de Mayo de Concordia y pagó con un billete de 1000 pesos falso, y se llevó el vuelto de 920 pesos. Unos minutos después, la víctima advirtió el hecho y llamó a la policía. Se realizó un operativo cerrojo en la zona céntrica y lograron dar con Panfil, cuando salía de otro kiosco ubicado en calle Entre Ríos, donde había intentado realizar una nueva compra con otro billete de 1.000 pesos apócrifo. En el marco de esta causa, que se tramitó en la Justicia Federal, el hombre acordó en un juicio abreviado cumplir la pena de tres años de prisión efectiva, por el delito de Falsificación de moneda.
Unificación de condenas
Ahora se realizó la instancia de unificación de penas ante el Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay. La defensora oficial Julieta Elizalde había pedido que el hombre cumpla la pena única y total de tres años y tres meses de prisión; la fiscal general María de los Milagros Squivo, consideró que la sanción total debía ser de cinco años y ocho meses, indicó Uno.
Finalmente, el Tribunal impuso cuatro años y medio a Panfil, que cumple en la Unidad Penal N° 3 de Concordia.
Asalto y violación
Uno de los antecedentes más graves del sexagenario es una condena de 12 años de prisión que recibió en 2003 por un asalto ocurrido en 2001, cuando trabajaba como taxista en Capital Federal e intentó, con dos cómplices, robarle su dinero en un cajero automático y luego abusar sexualmente de ella.
El Tribunal Oral N° 14, según consignó Télam sobre ese fallo, la Justicia consideró como agravantes “la alta peligrosidad”, el despliegue “desmesurado de violencia” y su “cobarde actitud”. Además de robarle a su víctima, una abogada, trató de abusar sexualmente de ella y la sometió a toda clase de humillaciones. La mantuvo cautiva durante más de dos horas, recorriendo distintos bancos para que saque dinero. La víctima declaró en el juicio que durante más de un año tuvo problemas para dormir y salir a la calle. Calificó a Panfil y sus dos cómplices nunca identificados como “bestias”.