Holanda esta en buenas manos

Holanda esta en buenas manos Krul, que entro para la definicion atajo dos penales  que le dieron el pase a los de Van Gaal ante Costa Rica la revelacion. Holanda esta en buenas manos

El tipo veía que los suyos iban e iban y chocaban contra una muralla enclavada en el arco de Costa Rica llamada Keylor Navas y se resignó. Se levantó del banco, miró hacia los suplentes y con un gesto decidido apuntó al flaco más alto para pedirle que apurara la entrada en calor porque en breve lo mandaría a la cancha como carta de salvación.Ya que no podía vencer con el poder de fuego de sus artilleros, como Robben, Depay, Van Persie o Sneijder, lo haría con las que había usado su rival para construir una muralla impenetrable en los 120 minutos jugados: un arquero. Si Keylor Navas, como en sus actuaciones anteriores de Costa Rica, se había mostrado imbatible, él, Louis Van Gaal, tenía el as de espadas para torcerle el brazo y clasificar a Holanda a las semifinales con un arquero capaz de ganar la pulseada en el mismo terreno que el rival. La apuesta, más que a suerte o verdad, fue la consecuencia de lo que es capaz de hacer un entrenador obsesivo de las tácticas y de los más mínimos movimientos de su equipo y de sus rivales para quedarse con un triunfo.
Así, Tim Krul, 1,93m, arquero del Newcastle, apuró los pasos, se frotó las manos para darse ánimo y entró a la cancha en lugar de su colega Hasper Cillessen, en el filo mismo del tiempo reglamentario dispuesto a construir su propia leyenda en el arco naranja. En el puñado de segundos que estuvo en el campo de juego no llegó a tocar la pelota, pero en la serie de tiros desde el punto penal. Las estadísticas no parecían apoyar demasiado la decisión de Van Gaal: en los 20 penales que le patearon en su carrera, sólo había atajado dos. Pero Van Gaal no tuvo en cuenta esos números y fue más pragmático, según explicó después del partido: “Krul es un portero que siempre puede llegar a todos los rincones de la portería. Eso quedó demostrado”. Detrás de los hechos hay una historia en la que mucho tiene que ver el entrenador de arqueros de Holanda, Frans Hoek, formador y hacedor entre otros de del español Víctor Valdés y al holandés Van der Saar, y con quien Krul admitió haber trabajado en la previa del choque contra Costa Rica, por si se llegaba a esa instancia.  
Claro que los dos tiros que atajó el lungo Krul en la definición lo convirtieron en el hombre de la jornada, pero Holanda será el próximo rival de Argentina también porque tuvo ejecutores brillantes en Van Persie, Robben, Sneijder y Kwit, y porque ese pequeño gran héroe costarricense llamado Keylor Navas se lució una y mil veces, tapando pelotas imposibles, aunque paradójicamente esa misma actuación lo haya llevado a terminar frustrado ante la hazaña de su colega.
Holanda fue mucho más en los 90 como para llegar a jugarse su suerte en la serie de penales, pero tardó demasiado en cambiar el ritmo del desarrollo, sus estrellas lucieron intermitentes y enfrente tuvo a un equipo que cumplio a la perfección el libreto que sabe de memoria: esperó, lo neutralizó y cuando pudo lo puso en aprietos.
Fórmula repetida pero que sirvió para pasar la zona de grupos y avanzar a octavos después de dejar atrás a rivales de renombre y en convertirse en la revelación del Mundial.