Finaliza en San Diego la convención de historietas más importante del mundo, en la que los estudios de cine y televisión anuncian sus lanzamientos para la temporada.
En Comic-Con Episode IV: A Fan’s Hope, un documental del director de Supersize Me, Morgan Spurlock, se muestra el crecimiento del megaevento pop, que durante sus cuatro días de duración en San Diego es el más importante no sólo de Estados Unidos sino del planeta, desde sus orígenes en 1970 en el sótano de un hotel (con 300 personas, incluidos los invitados, y donde por ejemplo se presentó en 1976 una peliculita llamada Star Wars) hasta su actual funcionamiento como nodo de presentación y plataforma de despegue casi obligatoria para toda película, serie o historieta que quiera entrar al mercado norteamericano e internacional.
Con el agigantamiento de las franquicias pop, Comic-Con, hoy dominio de Hollywood, es un sitio donde cada estudio (Warner, Paramount, Disney) gasta entre uno y tres millones de dólares para generar eventos donde promocionar talentos –Interstellar, de Nolan; las Tortugas Ninja, Star Trek, The Walking Dead, el film animado El día de los muertos, Game of Thrones, los shows nuevos como Gotham, The Flash y Constantine–, y los canales, entre US$ 500 mil y 2 millones de promoción por serie (y estos precios no incluyen los costos de exhibir en el Comic-Con, que van desde los US$ 75 mil a los 200 mil).
Hollywood ha creado en el Comic-Con el sueño del marketing, un núcleo que funciona como un aspersor de novedades (este año, lejos del Comic-Con, se aprovechó el calendario y la atención del resto del mundo para, por ejemplo, mostrar una nueva foto del Batman de Ben Affleck en la nueva y a estrenarse en el 2016 Batman V. Superman) y que ha entendido como pocos eventos la importancia de la viralidad, de los espasmos de Twitter y la forma de seducir a una generación que como ninguna otra ha logrado hipnotizar al mundo.
Pero más allá de entender qué es y significa el Comic-Con, que ha crecido con el boom de los superhéroes en el cine, y por ende lo acompañará en los próximos cinco años –al menos así anunció Kevin Feige, responsable de Marvel Entertainment, que habrá películas Marvel hasta 2019– y, por ende, en su caída, ¿qué pasa puntualmente en el megaevento que finaliza hoy?
HBO anunció –con un video que mostraba a los actores enterándose, incluido Jonathan Price– nueve personajes nuevos para la exitosísima Game of Thrones, que el rodaje empezará a fines de julio y que estrenarán en 2015. Con la presencia de George R.R. Martin, el autor de las novelas, se indicó que por primera vez serán 13 episodios. Sam Raimi hará una serie de TV de Evil Dead, junto a Bruce Campbell, y la serie Agents of SHIELD tendrá nueva temporada (con Vengadores en su ranking) y se verá Agent Carter, otra serie Marvel. The Walking Dead fanas: Beth vive y vuelve en la quinta temporada (y Kirkman estrenará una nueva serie: Outlander, sobre un adolescente poseído por multiplicidad de demonios).
En cine, Nolan ha dicho que Interstellar, su nuevo film, es su 2001: Odisea del Espacio y se han visto pósters de Los Vengadores: La era de Ultron que adelantan la estética que tendrá la película.
Si uno tuviera que hacer una lista de todas las series que se presentaron, ya sea debutando para generar rumor o confirmando próxima temporada, podría hablarse de iZombie (la nueva serie del creador de Veronica Mars, basada en la historieta de Vertigo, el sello adulto de DC Comics), Bones, Outlander, The 100, The Originals, Vikings, Arrow, Sleepy Hollow, Black Orphan, Bates Motel y otras. O, si lo mismo pasara con películas, se podría hablar de Guardianes de la Galaxia, Batman V. Superman –o los frescos anuncios de DC sobre Shazam y otras películas destinadas a ensanchar el universo DC en la pantalla grande–, Day of the Dead (animación de Guillermo del Toro), Horns (lo nuevo de Daniel “Harry Potter” Radcliffe, sobre novela de Joe Hill, hijo de Stephen King), de Joaquin Phoenix como posible Doctor Strange, de Servicio Secreto, de la adaptación de los videojuegos The Last of Us y Warcraft.
Pero la real pregunta es: ¿necesita Hollywood la Comic-Con o viceversa? Fox (que estrena el año que viene Fantastic Four), Universal (que tiene Jurassic World, la secuela de Jurassic Park) o la mismísima Disney tienen mucho cine geek por venir. Es decir, los films geek con mayores posibilidades de atención de 2015 no están, al menos oficialmente, como protagonistas, a lo sumo participan apretando cinco películas en un solo panel en la Comic-Con. Lo que ha mostrado esto es, quizás, el principio del fin: como lo hizo Warner con Batman V. Superman y la foto de Affleck, las compañías están empezando a usar el calendario de la Comic-Con para viralizar contenidos sin tener que invertir grandes sumas en films que se sabe que serán éxitos de taquilla (la segunda Vengadores y Batman V. Superman son el ejemplo más claro este año), y sí lo usan para films más pequeños como Ant-Man, la nueva de Marvel. O como sucedió con Sony, que eligió anunciar la próxima Spiderman y la película de los Sinister Six en un comunicado de prensa previo a la Comic-Con. Considerando el destino de las películas, por su costo de cientos de millones, dependiendo de las audiencias generales y no de las específicas, se cree que al hacerse el cine más grande hay más chances de que la Comic-Con dependa cada vez más de Hollywood y no viceversa.
Más allá de las noticias, ¿cuánto tiempo más seguirá siendo la Comic-Con la Babel del pop actual?