Henrique Mandetta: La sospecha del ministro de Salud de Brasil sobre Bolsonaro

El ministro de Salud de Brasil, Henrique Mandetta, dijo a su equipo que el presidente Jair Bolsonaro probablemente lo despedirá esta semana, afirmaron el miércoles dos personas con conocimiento del asunto, lo que aumenta la probabilidad de una crisis de gobierno en medio del brote de coronavirus.


Mandetta indicó a asesores el martes por la noche que planea permanecer en el cargo hasta que Bolsonaro elija a su sucesor, dijeron las fuentes, que hablaron bajo condición de anonimato para poder tratar conversaciones confidenciales.


El presidente de Brasil y su ministro de Salud llevan semanas sin ponerse de acuerdo sobre el manejo de la epidemia. Jair Bolsonaro restó importancia a la gravedad del COVID-19, recomendó medicamentos no comprobados y atacó a los gobernadores que habían ordenado cuarentenas.


Mientras que Henrique Mandetta salió de su relativo bajo perfil con informes técnicos que presentan lo más reciente en ciencia, enfatizando la necesidad de medidas de distanciamiento social y recibiendo elogios de todo el espectro político.


La respuesta del Ministerio de Salud a la epidemia fue calificada como «buena» o «excelente» por el 76% de los brasileños entrevistados por Datafolha este mes. Bolsonaro obtuvo las mismas calificaciones de solo el 33% de los encuestados.


Además de las tensiones, Mandetta llamó el domingo a una respuesta unificada del gobierno, prácticamente apuntando a Jair Bolsonaro por minimizar la amenaza antes de lo que podrían ser los dos meses más difíciles para el brote.


Hasta ese momento, el ministro de Salud se sostenía en el gobierno por el apoyo del ala militar. Pero luego de ello, el vicepresidente, el general Hamilton Mourão, dijo el martes que el funcionario había «cruzado la línea» con sus comentarios.


Jair Bolsonaro se encuentra en el centro de las críticas por su gestión del coronavirus ya no solo dentro de Brasil sino del mundo.
Este miéroles el diario estadounidense The Washington Post en un editorial lo calificó como «el peor líder del mundo» por sus políticas sobre el coronavirus.