En el año, sin ocho los condenados por violencia de género en Gualeguaychú. El último martes, se realizaron dos juicios abreviados en los que se condenó a dos hombres.
Uno de ellos -la séptima condena- es Sebastián Beltrán Alcoba. El sujeto de 39 años no irá preso, deberá cumplir la pena de dos años de prisión de ejecución condicional por lesiones leves, agravadas por la violencia de género, amenazas y daño. Sebastián Alcoba, quien no tenía antecedentes penales, admitió su responsabilidad en los hechos imputados, las partes renunciaron a los plazos de impugnación y la sentencia quedó firme. Actuó, en este caso, el juez Tobías Podestá, la fiscal Natalia Bartolo y el defensor Pablo Ledesma. Los hechos por los que se lo condenó comenzaron el 20 de abril de 2019 a las 8 aproximadamente. Cuando Alcoba y su pareja se encontraban en la calle Irazusta al Sur discutiendo. La pelea fue subiendo de tono y él le propinó un golpe con su mano en el rostro, tomándola del cuello y arrojándola al piso. Minutos después, en forma separada, volvieron a su domicilio. Una vez allí, la empujó y le dio trompadas en la nariz, provocándole el sangrado; la tiró arriba de la cama y le pateó las piernas, la espalda y le dio trompadas en la cabeza. El condenado no deberá cometer delitos por 4 años. Si así no ocurre, irá preso por dos años, más el tiempo que se fije por el nuevo hecho (art. 27 del Código Penal). Según la sentencia, la golpiza continuó y un golpe de puño en la cara le generó del desvanecimiento a la víctima y múltiples lesiones. En noviembre del año pasado, cerca de las 21.20 Alcoba se hizo presente en el domicilio de la nueva pareja de la mujer, a quien le propinó un puntazo con un elemento punzocortante en la zona del tórax, además de producirle cortes en la zona del cuello y la espalda. En diciembre, en tanto, el violento y la mujer estaban viviendo juntos nuevamente, pero en otra casa. El viernes 20, tras una nueva discusión, la volvió a golpear. Según el médico de la Policía, esta vez le generó: un hematoma en el párpado inferior del ojo izquierdo; otro en el cuero cabelludo; una lesión contusa en la cervical izquierda; varios hematomas en ambos brazos y excoriación en la nariz. Como si todo este maltrato no bastara, el último 29 de abril le dio otra golpiza. «Si seguís gritando te voy a matar», le advirtió en varias oportunidades. Seguidamente tomó una cuchilla de cocina y comenzó a golpearla con el mango en diversas partes del cuerpo; luego comenzó a realizarle pequeños cortes en la zona del cuello, la nuca y en los hombros. Afortunadamente, la mujer logró empujarlo y huir. «No vuelvas a pisar acá porque te voy a matar», volvió a advertir Alcoba, quien, tras el juicio abreviado, deberá cumplir reglas de conductas por dos años si no quiere ir a prisión, entre ellas la prohibición de ejercer violencia física o psicológica contra cualquiera de las dos víctimas, y realizar un tratamiento por su adicción al alcohol. Además, no deberá cometer delitos por 4 años. Si así no ocurre, irá preso por dos años, más el tiempo que se fije por el nuevo hecho (art. 27 del Código Penal).