Desde el Municipio le pidieron unas pautas mínimas a la Comisión Central, y las mismas incluyeron la cantidad de integrantes, la capacidad del Corsódromo y ayuda monetaria. «Sin plata, no hay carnaval», enfatizaron.
A 24 horas de que se supiera sobre la suspensión del Carnaval de Corrientes y a un par de días de que se postergue el Río de Janeiro, en Gualeguaychú aún sigue encendida la llama de la esperanza para que se pueda realizar el próximo verano el espectáculo más paradigmático de la ciudad; por supuesto, en una versión más reducida.
«Vemos lo que está pasando en otras ciudades, y a veces no sé si somos unos innovadores, unos inconscientes o realmente unos optimistas», sostuvo el representante del Club de Pescadores y presidente de la Comisión del Carnaval, Ricardo Saller, en declaraciones a Radio Cero. Por lo pronto, tanto los representantes de los clubes -además de Pescadores, Juventud Unida, Central Entrerriano, el Tiro Federal y el Centro Sirio Libanés- como el Municipio pretenden tener listo el protocolo a más tardar en diez días.
¿Qué tipo de carnaval se verá (si es que se hace)?
Entre los requerimientos que el Municipio hizo a los organizadores se destacan el de cantidad de noches, número de integrantes y carrozas, la capacidad del Corsódromo y, lo más importante, la ayuda económica que se necesita para poner en marcha motor carnavalero.
Según explicó Saller, la cantidad de noches que solicitaron fueron seis: la primera el último fin de semana de enero, dos durante el fin de semana largo de carnaval y las otras tres repartidas en los sábados de febrero.
Con respecto a lo que se verá en la pasarela, saldrán las cinco comparsas, y la edición 2021 no será puntuada. Cada comparsa tendrá un promedio de 180 integrantes y tres carrozas (contando la de los músicos). Además, la última reina -Laura Castiglioni, representante de la comparsa O’Bahía- prolongaría su reinado hasta la edición 2022.
Sin embargo, el punto más importante para los organizadores es la ayuda económica que el Estado pueda darle al Carnaval del País para poder realizar la próxima edición, y la misma tendría que ser de entre 18 y 20 millones de pesos.
«Fuimos muy claros con el Municipio y con Provincia: si no tenemos el apoyo económico de algún ente nacional, provincial o municipal, es imposible realizar el carnaval. Eso lo tenemos bien claro todos los integrantes de la comisión. Si no hay respaldo económico del Estado no vamos a salir a la pasarela. Eso quedó bien claro en todos los clubes. Es por eso que necesitamos ayuda del Estado. En lo personal, como representante del Club de Pescadores, no voy a salir a rifar el patrimonio del club. Sin plata, no hay carnaval», enfatizó el representante de la comparsa O’Bahía.
La necesidad de dinero se debe a que la puesta en marcha del Corsódromo es elevada, pero además hay que encarar los costos de las comparsas a precios que no eran los estimados a principio de este año.
«El costo del Corsódromo es carísimo. Pagarles a todas las personas es de alrededor de 2000 trabajadores, y a esto hay que sumarle los trabajadores de las comparsas», explicó y enfatizó en que la concurrencia al Corsódromo no terminará a rendir los costos de esta versión reducida del Carnaval del País debido a que sólo habría una capacidad de entre 6 mil y 8 mil espectadores para poder mantener el distanciamiento social.
«Estamos construyendo sobre el agua. Pero lo peor es que arrancamos la última de enero y si en febrero hay un rebrote y nos obligan a suspender el carnaval, sería terrible para nosotros. Igualmente, si me preguntás, sigo creyendo que es muy difícil que haga carnaval la próxima temporada», se sinceró Saller, aunque inmediatamente aclaró que «no salir también sería un golpe mortal para los clubes. Se resiente toda nuestra estructura, tanto en los deportes como en la estructura de los colegios. Y para la ciudad también va a ser un gran golpe».
Fuente: El Día.