Entre abril y julio del año próximo se podrán abonar los vencimientos de los Impuestos a los Ingresos Brutos e Inmobiliario Rural, de los cuales el sector agropecuario fue exento de pago por la emergencia que finaliza el próximo 15 de diciembre.
Así lo acordaron este viernes en un encuentro que mantuvo el ministro de Economía, Hugo Ballay, con los representantes de la Mesa de Enlace. El funcionario precisó que el encuentro responde a los pedidos de audiencia formulados por las instituciones que integran la Mesa de Enlace y forma parte “de esta política que desde el inicio de su gestión, el gobernador Bordet nos indica a cada uno de los ministros y que busca, a partir del diálogo con los distintos sectores, llegar a un acuerdo”.
“Les presentamos una propuesta que consistía en darle la oportunidad a los productores de que a partir de enero puedan regularizar esos vencimientos prorrogados sin ningún tipo de cobro de intereses”, indicó el ministro de Economía antes de precisar que “del intercambio surgió una alternativa que para el sector es más razonable y nosotros entendimos lo mismo por lo que se dispuso que el cobro del vencimiento sea del mes de abril a julio de 2017 por las actividades de cada sector”.
La medida será avalada mediante un decreto del Poder Ejecutivo que seguramente será firmado por el gobernador Bordet la próxima semana. Por su parte, Elbio Guía, en representación de Federación Agraria Argentina (FAA), expresó que respecto a lo que quedó pendiente de pago del 2016 y la última cuota de 2015 “se realizará un plan de pago en cuatro cuotas a partir del 5 de abril para poder regularizar la deuda sin intereses, lo cual es bueno para los productores”.
“Si bien el agua pasó la situación del campo no ha mejorado, la cosecha fue mala, la producción de terneros no fue la esperada, la lechería atraviesa una crisis, entonces estamos buscando las posibilidades y alternativas para dar a los productores tranquilidad y que puedan hacer frente a sus impuestos”, sostuvo Guía.
Productores apuestan a las camionetas
En el primer semestre las ventas de vehículos agropecuarios aumentaron 18% y marcaron un nuevo récord. Las ventas de camionetas agropecuarias vienen funcionando en los últimos años como un termómetro del estado de situación que se vive en el campo. Es que, al igual que la maquinaria agrícola, las 4×4 son indispensables para el trabajo de los productores.
Los datos son contundentes: en el primer semestre de 2016 las ventas de camionetas de uso agropecuario crecieron un 18,4% con respecto al mismo período del año pasado y superaron incluso al anterior récord registrado en 2013 antes del impuestazo al sector automotor. Según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara) reproducidos en el sitio valorsoja.com, en enero-junio de este año se patentaron 39.351 unidades de las cinco camionetas de mayor uso rural versus 33.212 vehículos en igual lapso de 2015.
Así las cosas, en el primer semestre el liderazgo en el segmento de camionetas para el campo lo mantuvo Toyota Hilux con un 42% del mercado, seguido por Volkswagen Amarok con 26%, Ford Ranger con 21.2%, Chevrolet S-10 con 9% y Nissan Frontier con 1%. Los que conocen a fondo los principales factores que inciden en las decisiones de inversiones de los productores explican que el aumento en la compra de camionetas se debe a la recuperación del poder de compra por la eliminación y baja de retenciones.