Dos documentales retratan la vida y la obra del Nobel colombiano. Sus mujeres, sus vínculos con la política y su pasión por narrar contados por sus amigos, colegas, e incluso por él mismo.
Para muchos, es suficiente con decir su apodo: Gabo. Luego de su muerte, el 17 de abril de 2014, se multiplicaron las reediciones de sus cuentos y novelas. También la televisión salió a hacer revisiones de la vida y la obra de Gabriel García Márquez (GM), en algunos casos, con gran calidad.
Gabo, lanzada en abril de este año al conmemorarse un año de la partida del escritor, ya está nominada a los premios Goya, en categorías como película, dirección, y documental. Se trata de una producción de 45 minutos, dirigida por el inglés Justin Webster, sostenida por Caracol Televisión y Discovery Channel. Precisamente este canal proyectará el film este lunes a las 14 horas.
Webster, periodista, escritor y egresado de la Universidad de Cambridge, lo presenta así: “La pregunta disparadora es cómo un chico de un pueblo pequeño del norte de la costa de Colombia logró crear una de las obras más universales del siglo XX. Y la respuesta es su vida, su vida extraordinaria, con muchos altibajos y distintas dificultades superadas. El decía que todo el mundo tiene una vida pública y una vida secreta, privada. Yo creo que el documental trata sobre la vida secreta a través de su obra”. Para responder a este planteo, Gabo incluye imágenes de Aracataca, pueblo natal de GM, y edita fragmentos de entrevistas donde el colombiano repasa sus primeros años, su traslado a Sucre, sus diez hermanos, su famoso viaje en barco por el río Magdalena hasta Bogotá. El relato se apoya en palabras del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, del biógrafo Gerald Martin, y del gran amigo de GM, Plinio Apuleyo Mendoza, quien lo recuerda como un pésimo estudiante universitario y ayuda a forjar la figura no sólo de un magistral autor de ficción sino la de un periodista apasionado y profesional.
Mercedes Barcha, esposa de García Márquez, no brinda su palabra, pero es una figura fundamental en la vida del novelista, como otras mujeres. Así lo sintetiza Webster: “El tuvo su amante en París, Tachia Quintanar, quien fue amiga de la familia de él y de la familia de toda la vida [y que en el documental deja en claro que abortó un embarazo concebido con GM]. A su esposa no pude entrevistarla, porque nos pusimos en contacto con la familia muy al principio [tempranamente, cerca de la muerte de GM]. En ese momento, Mercedes, y Rodrigo y Gonzalo, los hijos de Gabo, no quisieron ser entrevistados aunque dieron su aprobación para realizar el documental. GM era un hombre muy coqueto, que tenía una vida privada muy rica, pero su vida privada en ese sentido no está investigada a fondo. Se intuye que era muy amado por su mujer y por otras mujeres, como colegas periodistas. Es interesante cómo él pensaba o cómo se relacionaba con diversas mujeres, como su abuela, quien tuvo una influencia enorme en su percepción y en su obra”. Entre las mujeres imprescindibles en la trayectoria de GM, hay que considerar a su editora, la española Carmen Balcells –quien alcanzó a dar testimonio en el documental, antes de su muerte, el pasado 20 de septiembre–, cómplice en el boom de la literatura latinoamericana, de la que GM fue protagonista.
Literatura y polItica
Pese a que se escucha decir a Gabo “En mi vida no he disparado otra máquina distinta de la máquina de escribir”, Webster dedica varios minutos a la veta política del creador de Macondo: su mirada en torno a los conflictos de Colombia, su relación con Fidel Castro, su acercamiento a Bill Clinton, quien brinda testimonio, lo mismo que César Gaviria. Por contraste, otro documental reciente pone el acento en lo más específicamente literario del autor de El coronel no tiene quien le escriba, y en sus vínculos con escritores de México, Cuba, España y Francia, entre otros países. Se trata de Un mundo de Gabo, dirigido por Lisandro Duque Naranjo, director de cine, colombiano y amigo personal de GM. Los siete capítulos fueron producidos por Canal Capital y algunos de ellos están disponibles en YouTube. Allí se extienden los recuerdos de Jaime, hermano de GM, quien lo sigue llamando “Gabito” y se proyectan largas filmaciones de GM, como su lectura de Vivir para contarla, en 1996 ante la Universidad de Guadalajara, o su histórico discurso de recepción del Nobel, cuando en Estocolmo, el 10 de diciembre de 1982, propuso: “Todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria, una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la Tierra”.