El alambre “es más agresivo que el de púa. Se llama concertina y lo figuro como una gilette, es un paso muy difícil”, dijo el director de la cárcel de Paraná, sobre las heridas que podrían tener los presos evadidos.
Dos internos se escaparon el domingo, en las primeras horas de la mañana, de la cárcel de Paraná, salieron por los techos y se escondieron para luego saltar un muro de más de cuatro metros. Se trata de Alfredo Alexander Soto, de 28 años de edad, penado por robo agravado por el uso de arma de fuego y Nicolás Exequiel Silva, de 23 años, penado por robo agravado y otros.
El director de la Unidad Penal Nº1, Octavio Infrán, confirmó a Elonce TV que “tipo 7 de la mañana recibí la novedad, por lo que me apersoné inmediatamente en la Unidad Penal y comenzó un procedimiento de rutina ante este tipo de hechos”.
Tras ratificar que “lograron sortear el cerco perimetral este, que da a calle División de los Andes”, expresó que “ellos estaban alojados en el pabellón 16. Mediante fuerza que ejercieron sobre una cerradura, pudieron acceder al techo del mismo y de esa manera contar con tiempo y la protección de la oscuridad para llegar hacia un lugar que nosotros denominamos “zona muerta” en cuanto a la seguridad, que dista a cuatro o cinco metros del cerco perimetral donde habrían permanecido ocultos”.
“De acuerdo a lo que pudimos recabar, esta es la hipótesis que tenemos”, expresó.
El funcionario dio cuenta de que el lugar por el que fugaron cuenta con un alambre que “es más agresivo que el de púa. Se llama concertina y lo figuro como una gilette, que es difícil pasar, pero lamentablemente estos internos lo hicieron, aun habiendo centinelas apostados en las inmediaciones que efectuaron disparos de persuasión”.
Estimó que los mismos deben tener algún tipo de lesión, dado que “es un paso muy difícil”.
Infrán confirmó que como lo establecen las normas para este tipo de casos, se lleva adelante un proceso interno para establecer responsabilidades del personal.
“No son internos fáciles de manejar, pero habían demostrado un cambio en esta última etapa y por eso estaban alojados en ese pabellón. Soto ya podía tramitar la libertad condicional y Silva ya estaba transitando de más de la mitad de la condena, por lo que podría tramitar algún beneficio extra muros”, explicó, a la vez que comentó que “quienes estaban con ellos, no se explican por qué hicieron esto”.
Asimismo, declaró que intentaron comunicarse con los familiares de los evadidos, “pero no hemos recibido ningún tipo de respuesta”.
Pasó por circunstancias que intentamos dilucidar, no podemos hablar que sea por la superpoblación ya que tuvimos una cantidad superior y no pasó esto”, completó.