Un fuerte temporal de viento, lluvia y granizo causó severos daños en cultivos, huertas, granjas y en techos y aberturas de viviendas, además de la caída de árboles, postes y cables.
Intensos vientos, lluvia copiosa y una muy importante
granizada, que se registró por unos quince a veinte minutos, provocó graves
destrozos en viviendas, granjas y sembrados en
Santa Anita.
Fue un fenómeno muy intenso que -por las ráfagas
de viento- provocó la caída de numerosos postes y cables que dejaron sin luz a
numerosas familias hasta las 9:30 de la mañana. Hubo sectores donde el granizo
lo cubrió todo de blanco; un vecino nos contó que estaba junto a su familia
descansando cuando sintió la virulento de los golpes en una persiana de
plástico que «luce como si la hubiesen agarrado a los tiros».
«Son muchos, muchísimos los árboles que
sufrieron el devastador pasó de la tormenta…hemos tenido suerte que no nos
destruyera la granja, pero arrasó con el maíz», relató un productor
avícola de la afueras de la norteña localidad.
«Fue impresionante, causó estragos.
Destrozó cultivos y provocó daños en techos y ventanas», resumió otro
vecino que dio su testimonio a FM RIEL. En la madrugada de este sábado, 1:40
horas aproximadamente, se registró un fuerte temporal en Libaros. Lo más intenso duró unos diez minutos, momento en
que cayó abundante granizo, luego intensos vientos, lluvia copiosa y
chaparrones muy fuertes. En esos pocos minutos se precipitaron 40 milímetros.
Si bien el granizo no era de gran tamaño si era
muy abundante y provocó graves destrozos en viviendas, granjas y sembrados.
«La tormenta que paso anoche nos golpeó muy
fuerte, las pérdidas son totales en la huerta además sufrimos roturas en el
vivero y destrozos en arboledas…», resumió una vecina en diálogo con
Miguel Diaczun. El corresponsal
de FM RIEL también reportó que en la zona rural hay varios cultivos de trigo
afectados.
“La ciudad blanca”
La ciudad “blanca”
Los vecinos de Santa Elena amanecieron conmocionados este sábado, tras una intensa caída de granizo que dejó la ciudad “blanca”, como si hubiera caído nieve. Se reportaron roturas de cristales de autos como de vidrios y techos de viviendas. El fenómeno sucedió alrededor de las 6.30.
En María Grande, la tormenta provocó destrucción: vidrios rotos, pájaros muertos y montañas de hielo fueron las postales que quedaron tras el diluvio.