Desde el Comité Provincial de la Unión Cívica Radical, volvieron a criticar al gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, tras habilitar la posibilidad de que el diputado provincial del oficialismo Diego Lara, presida el Tribunal de Cuentas de Entre Ríos.
“Es inadmisible que el gobernador Gustavo Bordet se haya empecinado en que Lara presida un órgano de control por excelencia. Justo Lara, un militante peronista de paladar negro, que fue concejal, dos veces intendente de María Grande y lleva su tercer mandato como diputado provincial, espacio desde el que se encargó de desactivar el desafuero de sus compañeros Urribarri y Allende”, sostuvieron.
En tal sentido, se preguntaron “quién es el gorila en este cuento, si quienes consideran que no se debe colocar a un militante peronista en un organismo de control porque no es ético, lesiona la ética pública y porque pone en peligro la autonomía y transparencia que debe tener un ente de estas características. O Bordet, que no escucha al otro, no entra en razones y prioriza su necedad por sobre la necesidad de que el cargo sea ocupado por una persona imparcial, transparente e idónea, no por un militante y pirómano”.
En este marco, recordaron “el lamentable y repudiable episodio que Diego Lara protagonizó en 2006, cuando era intendente de la localidad de María Grande. En aquella oportunidad ordenó quemar mil libros de la biblioteca pública, hecho que generó un rechazo generalizado de la sociedad”.
“Si una vez se le ocurrió mandar a quemar cientos de libros, entre ellos un ejemplar del Martín Fierro, no nos sorprendamos si alguna vez nos enteramos de la desaparición de las memorias anuales y libros contables del Tribunal de Cuentas. Se ve que tiene una habilidad singular para destruir o desactivar aquello que no le sirve o le molesta: ya sean libros, pedidos de desafueros o memorias contables que tal vez perjudique a su círculo de amigos”, afirmaron por último.