El técnico de Boca dijo que se demostró que no tenía el celular de Dios”. Reconoció que están “en deuda” con la gente. Qué dijo de su futuro.
Carlos Bianchi admitió que el año fue “mediocre” para Boca Juniors al quedar lejos de cumplir con sus objetivos, e ironizó al afirmar que “se demostró” que él no tenía “el celular de Dios”.
Tras reconocer que están “en deuda” con la gente, Bianchi remarcó que el equipo debe “hacer lo máximo” el domingo ante Gimnasia y Esgrima La Plata para terminar el año con “otra cara”.
“Nuestro año fue mediocre, no podemos esconder la cara. Estuvimos muy lejos de lo que pretendíamos cuando asumimos en enero. No tuvimos continuidad en el juego ni en las formaciones. No pudimos demostrar el mejor nivel y eso hizo que el equipo sea irregular”, destacó el técnico en una conferencia de prensa que brindó en el complejo Pedro Pompilio.
Luego, con su habitual ironía, soltó: “Se demostró que el celular de Dios no lo tenía, que eran los jugadores los que ganaban los partidos y los títulos”. Por otro lado, aseguró tener “muchas más ganas de seguir trabajando de las que tenía en enero de este año”.
Y agregó: “Tenemos que hacer lo máximo para terminar un año que no fue bueno mostrando otra cara y acercándonos a los partidos que jugamos bien”.
Bianchi reiteró que Boca no merecía pelear por el título del torneo Inicial debido a que no aprovecharon las oportunidades que se les presentaron.
“Cuando teníamos que decir presente no lo hicimos”, dijo y admitió que termina “el año preocupado” y que ya piensa en el inicio de la pretemporada, el 3 de enero.
Sostuvo que “hay que saber que tenemos mucho que dar todavía y que estamos en deuda, pero de una cosa estoy seguro: cada jugador hizo dentro de sus posibilidades lo máximo que podía dar, no creo que alguno se haya guardado algo. Por eso no es tan frustrante, porque uno tiene que tener ese reconocimiento”.