Un ofuscado abonado del servicio de televisión por cable, concurrió a las oficinas de la empresa en Concordia a efectuar un reclamo solicitando que el servicio técnico de la empresa concurriera a su domicilio a efectuar una reparación, ya que tenía dificultades para recibir las señales de TV.
Cansado de las demoras y de llamar por teléfono al Centro de Atención al Cliente, decidió tomar el toro por las astas y concurrir él mismo para ver si lo atendían.
Primero tocó timbre, cuando abrió la puerta una empleada, el usuario exigió la reparación inmediata y le mostró a la recepcionista una pistola que llevaba en su cintura, a modo de amenaza. La mujer tomó el reclamo y trató de calmar al socio enojado, después hicieron la denuncia. (El Sol)