Miles de personas se manifestaron para exigir justicia por el femicidio de Úrsula Bahillo y para que se implementen políticas públicas efectivas contra la violencia de género.
«Quiero vivir sin miedo» y «A mí me cuidan las pibas» son las dos consignas que más se repitieron este miércoles por la tarde frente al Palacio de Tribunales porteño, sede del Poder Judicial de la Nación, donde miles de personas se manifestaron para exigir justicia por el femicidio de Úrsula Bahillo y para que se implementen políticas públicas efectivas contra la violencia de género.
De la movilización participó la madre de la joven, con una bandera exigiendo justicia por su hija, que fue asesinada el 9 de febrero por su exnovio, un integrante de la policía bonaerense.
Además de la madre de Úrsula, formaron parte de la manifestación familiares y amigos de numerosas víctimas de femicidios con carteles recordándolas y exigiendo justicia.
Mujeres que llegaban solas o con sus amigas y parejas desde distintos puntos del Área Metropolitana de Buenos Aires se mezclaban en la Plaza Lavalle con militantes de distintas organizaciones sociales, sindicales, políticas y feministas.
Los pasacalles que exigían presupuesto para distintas políticas públicas contra la violencia de género alternaban con carteles artesanales con consignas como «Quiero vivir sin miedo», «A mí me cuidan las pibas», «Justicias por Úrsula», «Me callé hasta que me vi muerta», «Reforma judicial feminista», «Somos las sobrevivientes de un Estado ausente», «Disculpe las molestias pero nos están asesinado», «Qué piba nos va a faltar mañana?», o «No quiero sentirme valiente cuando salga a la calle, quiero sentirme libre».
El colectivo «Ni Una Menos» difundió un comunicado en el que sostuvo que «Úrsula tenía 18 años, estuvo de novia con Matías Martínez, policía bonaerense, con antecedentes; un violento que la golpeó y la amenazó de muerte hasta que la mató. Úrsula y su mamá lo habían denunciado y él estaba con ‘carpeta psiquiátrica’ por las reiteradas denuncias en su contra por violencia de género».
«Úrsula tenía miedo de que la maten y la mataron. Pidió ayuda, hizo denuncias; sus posteos en las redes y su voz desesperada a las amigas hablan en un lenguaje que es de la calle, de las movilizaciones, de la constatación cotidiana de que la rabia no alcanza, de que es necesario organizarla para cambiarlo todo. Pero todo, de cuajo; porque su historia no es extraordinaria, es dolorosamente común», agregaron.
De la manifestación participaron Movimiento Sur, Las Rojas, Unidas y la Izquierda, el Movimiento Evita, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), La Poderosa, la CTA, ATE, el Frente Popular Darío Santillán, Mumalá, Nuevo Encuentro, Kolina, Unidos y Organizados y el Movimiento Popular La Dignidad entre otras organizaciones sociales, sindicales, políticas y feministas.