Lo afirmó el titular de la Dirección de Seguimiento de Precios de la Provincia, Javier Schnitman, quien agregó: “Hay una política macroeconómica que está ahogado a un montón de tamberos pequeños y a su vez está alentando -de una manera muy rápida- la concentración de la producción, de la comercialización, del procesamiento y de la formación de precios”
“Hay faltante de leche en Paraná, en Concordia, Concepción del Uruguay, Gualeguaychú y otras localidades del interior”, aseveró el funcionario. Dijo que “primero hubo un fuerte incremento de precios, luego se empezó a reducir la cantidad de leche de primeras marcas que se podía comprar, después sucedió lo mismo con las de segundas marcas. Más adelante aparecieron cambios en las presentaciones, ya no eran leche, sino alimentos lácteos, una especie de leche rebajada”. Este es el proceso que se viene dando desde hace un tiempo y del que Entre Ríos no es ajena. Más allá de algunas cuestiones climáticas que afectaron al producto lácteo, hay decisiones políticas que impactaron de sobremanera: “La situación económica y los bajos precios que se paga al productor generaron que una gran cantidad de productores se hayan caído del mapa productivo y comercial”. “Hay una política macroeconómica que está ahogado a un montón de tamberos pequeños y a su vez está alentando -de una manera muy rápida- la concentración de la producción, de la comercialización, del procesamiento y de la formación de precios. Hay una alta especulación de parte de las empresas concentradoras”, enfatizó Schnitman. ¿Qué margen de acción tiene el área que encabeza?, le preguntó esta Agencia, a lo que el funcionario respondió: “Se han caído hace más de dos años y medio todas las normas que nos permitían dialogar con los sectores involucrados para mejorar la situación”. “El Gobierno nacional debería tener un diálogo responsable con toda la cadena láctea para garantizar el alimento básico, pero hasta el momento eso no sucede”, concluyó.