Un brutal asalto fue perpetrado en horas de la mañana del miércoles cuando un matrimonio fue sorprendido en su hogar por dos delincuentes que fingieron ser trabajadores de la empresa de Gas Nea.
La policía no tiene pistas de los autores del hecho. Todo comenzó alrededor de las 10.30, en una casa, ubicada en calle Antártida Argentina 272, donde viven Luis Arnoldo León de 83 años, y su esposa, de 76 años. En determinado momento el hombre salió de la vivienda para ir a realizar unas compras. Mientras el octogenario se ausentó de su casa, un delincuente aprovechó para ingresar y sorprender a la mujer, que se encontraba acostada.
El delincuente maniató a la septuagenaria a los pies de la cama y quedó a la espera de su cómplice que estaba fuera de la casa tendiéndole una trampa al dueño de la vivienda. Cuando León se aproximaba a su domicilio observó a un sujeto que estaba en el gabinete del gas, el cual le dijo que le habían informado de una pérdida. El falso operario le indicó que debía revisar la cocina, por lo que el octogenario le permitió pasar. Una vez en el interior de la vivienda León entendió lo que ocurría, comenzó a recibir amenazas y golpes hasta quedar inconsciente.
Al desmayarse los delincuentes decidieron llevarlo a una habitación donde, al igual que a su mujer, lo ataron de los pies de una cama. «Cuando me di cuenta de lo que pasaba, uno de ellos se sentó cerca de mí y me pegaba constantemente pidiéndome oro y plata. No sé cuánto tiempo pasó, pero revolvieron todo y encontraron los ahorros que teníamos para hacer algunos arreglos de la vivienda y pintura, tras lo cual se fueron», relató León a 03442. El damnificado contó que eran dos muchachos de entre 28 y 30 años, uno de ellos alto y el otro más bajo, los que estaban vestidos con ropas de trabajo de color gris.