La solución puede ser más simple de lo que parece, sin destinar cifras injustificadas de dinero a un especialista en el asunto. Una falla en la carga del celular puede haberse provocado por un problema más simple y fácil de solucionar del que creías, sin la obligación de terminar en el técnico. Si tu smartphone no carga la batería o lo hace lentamente, puede deberse a un sencillo problema de suciedad casi imperceptible en el puerto micro USB. Como solemos llevar el teléfono en el bolsillo y apoyarlo en lugares bastante disímiles, el polvo y la suciedad pueden entrar por el puerto y bloquear la conexión. Para limpiarlo lo recomendable es apagar el móvil, ya que de lo contrario podrías provocar un enorme daño. Lo siguiente es insertar un escarbadientes o un agitador plástico de café en el conector y repasar cada rincón. Así podrás deshacerte de la suciedad que se acumula en el fondo de la apertura. Por más fina que sea, no utilices un alfiler ya que puede romper el puerto micro USB. Tampoco ejerzas más fuerza de la necesaria para limpiar los terminales ni realices presión. De cumplir con el consejo, es posible que el proceso de carga haya mejorado. Ahora, si la limpieza del puerto no dio resultado, es posible que tengas que cambiar el cable del cargador. Para comprobar si el cable funciona, conéctalo a una fuente de alimentación diferente de tu móvil, como por ejemplo una computadora. Si no funciona, lo siguiente sí va a ser dirigirte a una tienda y comprar otro cable similar. Nunca olvides revisar el voltaje de salida y la corriente de salida, ya que si éste proporciona menos corriente de la habitual, podría cargar mucho más despacio.