Exposición de Ana Frank: la escritura como acto de libertad

“Ahí está lo difícil de estos tiempos: la terrible realidad ataca y aniquila totalmente los ideales, los sueños y las esperanzas en cuanto se presentan. Es un milagro que todavía no haya renunciado a todas mis esperanzas, porque parecen absurdas e irrealizables. Sin embargo, sigo aferrándome a ellas, pese a todo, porque sigo creyendo en la bondad interna de los hombres”.

El texto pertenece a una de las últimas anotaciones de Ana Frank, antes de ser trasladada a los campos de concentración junto a su familia y otras cuatro personas que se mantenían ocultas con el propósito de sobrevivir al terror y el oprobio impuesto por el régimen nazi.

Creer en los mejores valores del ser humano, edificar un futuro en que su dignidad sea respetada, son algunas de las muchas enseñanzas que deja el diario escrito por una adolescente de quince años, y el mensaje que la Dirección de Derechos Humanos desea plasmar con la llegada de la exposición “Ana Frank: una historia vigente”, que desde el 4 hasta el 8 de noviembre los uruguayenses podrán visitar en el Centro Social Israelita Argentino (Ameghino 128). Inscripción de establecimientos educativos: https://acortar.link/ACqRma

La muestra, diseñada y promovida por la Fundación Ana Frank, cuenta con la organización de la Municipalidad de Concepción del Uruguay y AGMER (Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos).

Ana Frank

La historia de Ana Frank es ciertamente conocida. Una niña alemana, de ascendencia judía, víctima del holocausto, célebre por la resonancia de su diario íntimo, traducido a setenta idiomas y del que se vendieran treinta y cinco millones de ejemplares en todo el mundo.

Allí dejó testimonio de los casi dos años y medio durante los que permaneciera oculta de los nazis, en la trastienda del negocio donde trabajaba su padre, en Ámsterdam, en la etapa de ocupación alemana a los Países Bajos.

Ana recibió el diario como regalo de cumpleaños, el 12 de junio de 1942, y comenzó a escribir dos días después. Sus notas, que la revelan como una aguda observadora de los demás y de sí misma, bajo la atmósfera cruel de la segunda guerra mundial, están dirigidas a Kitty, la amiga imaginaria.

Su padre, Otto Frank, sobreviviente de los campos de concentración, se transforma en el depositario del Diario, que recibe de manos de Miep Gies, protectora del grupo de la “Casa de atrás”.

Dos años después del final de la contienda bélica, consigue hacerlo imprimir y cumplir -entonces- con el mayor deseo de su hija, muerta en el campo de concentración de Bergen-Belsen, entre febrero y marzo de 1945.

Transformar la escritura en un acto de libertad es una de las extraordinarias virtudes del libro, que llama a la reflexión sobre los riesgos de toda forma de discriminación, odio e intolerancia.

La muestra

Esta es la segunda oportunidad que la muestra itinerante titulada “Ana Frank: una historia vigente” llega a Concepción del Uruguay. Las instalaciones del CeCat la recibieron en 2019, con un gran acompañamiento del público y de muchos jóvenes convocados a la capacitación de guías, superando las expectativas más optimistas.

La exposición tiene el propósito de acercar al mundo el testimonio de Ana, que contribuye a la construcción de una sociedad libre y pluralista, donde se garantice la igualdad y el respeto por los derechos humanos.

Pero un aspecto muy ponderable de la recorrida del público, es que lo hace acompañado de jóvenes guías, ofreciendo una experiencia educativa enriquecedora.

La tarea de los capacitadores adquiere el enorme valor de transmitir conocimientos, para que sean los propios jóvenes de la ciudad quienes transfieran -especialmente- a otros jóvenes el mensaje de Ana Frank, tal cual lo propone la organización de la muestra.

La palabra de los guías

Milagros Miguez, actualmente docente universitaria y que en 2019 tuvo a su cargo la guía de la muestra de Ana Frank, recuerda que en aquel momento “ofrecían capacitar estudiantes, para guiar especialmente a jóvenes sobre la muestra en sí, porque la idea consistía en preparar alumnos secundarios y universitarios próximos a recibirse. Luego las visitas las hicieron todas las escuelas de la ciudad, lo que resultó muy abarcativo”.

Sobre la experiencia, observada tras el paso de algunos años, sostuvo que “fue de diez. Se me erizaba la piel mientras acompañaba una recorrida” y destacó “el intercambio entre quienes estábamos siendo capacitados, porque procedíamos de diferentes instituciones, algunos secundarios y otros universitarios, con distintas instancias de diálogo, ya que no todo fue teórico”.

Y respecto de la visita de las escuelas consideró que “resultó un desafío amoldar la información, porque no es lo mismo un estudiante de once años a otro que está en el último año de estudios; pero el encuentro fue interesantísimo porque nos hicieron muchas preguntas, se notaba el interés”.

De igual manera lo evoca cinco años después Carlos Mendoza que recuerda la expresión en los rostros de los chicos, mientras transitaban la muestra. “Ocurre que la edad en la que transcurre el encierro de Ana, era muy equiparable a la de los chicos que nos visitaban. Ellos nos escuchaban con atención y el diálogo que manteníamos siempre fue ameno”.

Como vivencia personal afirma que “me acercó a los Derechos Humanos y a la figura de Ana Frank, tener una dimensión del personaje histórico y la magnitud de los acontecimientos por los que tuvo que atravesar, todo me impactó muchísimo”.

Y cierra con una recomendación: “los chicos que tengan interés en ser guías que lo hagan, porque deja enseñanzas muy enriquecedoras para el futuro y para entender que, por los Derechos Humanos, se debe luchar todo el tiempo”.

“Historias Nuestras”

Junto a la Muestra de Ana Frank, el público podrá recorrer una parte de la exposición “Historias Nuestras”, trabajo preparado por la Dirección de Derechos Humanos del Municipio, sobre la base de testimonios de familiares, amigos de las víctimas y los legajos de los uruguayenses desaparecidos, durante el último gobierno de facto.

En la oportunidad se exhibirá el tramo que recorre las causas judiciales del terrorismo de estado que se vinculan con la ciudad y la historia de las nietas restituidas, no como complemento sino para apelar a la memoria del Holocausto y su vínculo con la tragedia argentina de los años setenta.

“Historias Nuestras” comenzó como una muestra presentada en Concepción del Uruguay en mayo de 2022 y, debido a su repercusión, recorrió muchas ciudades de la provincia de Entre Ríos. En noviembre de 2023, el trabajo adoptó el formato de publicación gráfica.