Presionado por las fuerzas armadas y la oposición, el presidente boliviano, Evo Morales, renunció a su cargo, horas después de convocar a nuevas elecciones tras el resultado de la auditoria de la OEA en los comicios del 20 de octubre que arrojó «serias irregularidades».
«Estoy renunciando, enviando mi carta de renuncia a la Asamblea Legislativa», afirmó Morales en su mensaje televisivo.
«Renuncio a mi cargo de presidente para que [Carlos] Mesa y [Luis Fernando] Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales», expresó. Según publicó el diario El Deber, Williams Kaliman, comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, le aconsejó al presidente Evo Morales que renuncie a su mandato. «Ante la escalada de conflicto que atraviesa el país sugerimos al presidente Evo Morales que renuncie a su mandato permitiendo la pacificación del país», dijo Kaliman. A este pedido se sumó el General Comandante de la Policía, Vladimir Yuri Calderón, quien también sugirió a Evo Morales que renuncie al cargo de Presidente de Bolivia. Por su parte, Luis Fernando Camacho, que encabeza el presidente del Comité Pro Santa Cruz Camacho, ingresó al Palacio de Gobierno a dejar la carta donde pide la renuncia de Evo Morales. Después de tres semanas consecutivas de protestas tras las cuestionadas elecciones, la Organización de los Estados Americanos (OEA) auditó el proceso electoral bolivariano, determinó irregularidades en los comicios de octubre y sugirió retomar los comicios por lo que el presidente, Evo Morales, llamó a nuevas elecciones y las consecuencias comenzaron a derivarse.
En ese informe, sobre el total de las actas, el organismo recopilo una muestra de 894 actas originales, 176 de ellas argentinas. Según determinó la OEA, en el 38,07% de las actas se presentaron «inconsistencias con el número de ciudadanos que sufragaron», es
decir, que las actas reflejaban un mayor número de votos que el total de las listas índice.
Entre las inconsistencias encontradas en los comicios bolivarianos, la OEA encontró «fallas en la cadena de custodia», errores en la empresa de Software Neotec que «no respetó la integridad del software utilizado», mezclas entre actas de prueba y actas oficiales, falsificación de firmas y alteración de actas, entre otros.
En ese sentido, indicó: «Teniendo en cuenta las proyecciones estadísticas, resulta posible que el candidato Morales haya quedado en primer lugar y el candidato Mesa en segundo. Sin embargo, resulta improbable estadísticamente que Morales haya obtenido el 10% de diferencia para evitar una segunda vuelta. Así mismo, determinó que «no puede validar los resultados de la elección» y recomendó «otro proceso electoral» que cuente con nuevas autoridades para poder llevar a cabo comicios «confiables».
Ante el resultado de la auditoría, Evo Morales, convocó por la mañana a nuevas elecciones. Se decidió «convocar a nuevas elecciones nacionales que mediante el voto permitan al pueblo boliviano elegir democráticamente a sus autoridades», anunció Morales. Y agregó que renovará la totalidad de vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Después del anuncio, la Fiscalía General de Bolivia comunicó que ordenó una investigación sobre los miembros del tribunal electoral y cualquier otro individuo implicado en las irregularidades de las elecciones del pasado 20 de octubre. La Fiscalía ha ordenado a la Fiscalía Departamental de La Paz el «inicio inmediato de todas las acciones legales correspondientes para el procesamiento y juzgamiento de los vocales miembros del Tribunal Supremo Electoral y demás autores y partícipes de estos presuntos hechos irregulares». Para ello, solicitó la formación de una Comisión de Fiscales Especializados para investigar y «librar y emitir en el día los requerimientos, mandamientos, órdenes y resoluciones que permitan la aplicación de las medidas cautelares correspondientes».
En este escenario, los líderes de la oposición, el expresidente, Carlos Mesa, y Luis Fernando Camacho, que encabeza el presidente del Comité Pro Santa Cruz, pidieron la renuncia de Morales. Mesa, quien se ubicó segundo en la contienda presidencial, dijo que Morales no debe volver a postularse tras comprobarse lo que calificó como un «monstruoso fraude». «Si le queda un ápice de patriotismo (a Morales) debería dar un paso al costado», sostuvo Mesa.
Por su parte, Camacho dijo que planeaba marchar hasta la casa de Gobierno para entregarle al mandatario la carta de renuncia ya redactada para que firme Morales. «El informe de la OEA nos ha demostrado que existió un fraude y además que el mismo estuvo a cargo del MAS, por lo tanto el señor Evo Morales ha fracturado el orden constitucional y debe renunciar», señaló. Y agregó: «Lo de hoy ha sido una batalla ganada, reconstituiremos el orden constitucional y la democracia, y recién cuando tengamos la posibilidad de estar seguros de que la democracia está sólida, recién nos vamos a nuestras casas».
En tanto, algunos funcionarios del gabinete de Morales decidieron dimitir de sus cargos. En primer lugar, el ministro de Minería, César Navarro, presentó su renuncia después de que grupos opositores quemara su casa en Potosí. «He hecho conocer públicamente mi renuncia; hay momentos muy duros y hay que preservar a la familia», argumentó Navarro, a la vez que denunció agresiones contra su sobrino. Por su parte, el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, declinó su cargo aduciendo que «el curso de los acontecimientos va en contra de mis principios personales, así como de mis valores espirituales y democráticos».
Además, el presidente de la cámara de Diputados, Víctor Borda, renunció a su cargo después de que manifestantes atacaran su domicilio al pedir la renuncia del presidente Morales y de todos los órganos del Estado. «Renuncio a la cámara de Diputados. Ojalá que sea para preservar la integridad física de mi hermano que ha sido tomado como rehén» durante el ataque, en la ciudad andina de Potosí (suroeste), dijo Borda a medios locales.Leyenda foto: Evo Morales renu