La Argentina podría perder entre 1,2% y 4,8% de los empleos formales en 2020 por efecto de la pandemia de coronavirus, dependiendo de la magnitud de la recesión y su impacto en el PBI, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) difundido hoy.
En un estudio realizado por el organismo sobre los efectos que tendrá la pandemia sobre el mercado laboral de América Latina y el Caribe, se plantearon tres escenarios posibles de corto, mediano y largo plazo de duración de la crisis, y de su eventual impacto en la economía de los diferentes países.
Bajo el cálculo de que Argentina posee 5,7 millones de trabajadores formales de 11,8 millones de trabajadores totales, se estimó que en una crisis a corto plazo, que contempla una caída del producto en torno del 4% en la región y que la emergencia sanitaria ceda hacia el segundo semestre, el país perdería 1,2% de los empleos formales, o sea, unos 68.400.
En el escenario de mediano plazo, que prevé que la crisis se extenderá hasta el tercer trimestre con un impacto negativo de 10 puntos porcentuales en la región y «leve mejora en el cuarto trimestre», el país perdería un 2,6% de empleos (148.200). En un escenario a largo plazo, con un impacto de 15 puntos y sin recuperación económica de ningún tipo, las pérdidas de puestos de trabajo escalarían al 4,8% (273.600), según el BID.
Respecto de Latinoamérica y el Caribe, que cuenta con un total de 263 millones de trabajadores empleados, de los cuales 116,7 millones son parte del sistema formal, la expectativa más benévola de pérdidas de empleos es del 4,4% durante 2020, mientras que la más negativa escala al 14,8%.
Según el BID, «la pandemia llegó en un momento de debilidad económica de la región», ya que desde 2015 se estancó la creación de empleo formal. En cuanto a las actividades, «la del sector de servicios será la más afectada como resultado de los esfuerzos de contención y el distanciamiento social. Esto incluye el sector de comercio, restaurantes y hoteles, así como el sector transporte».
Adicionalmente, prevé que «la menor demanda agregada tendrá efectos importantes sobre los sectores manufactureros, pues las restricciones sanitarias ya han comenzado a interrumpir las cadenas de suministros globales». El BID estimó que en el corto plazo los países limítrofes de Argentina que tendrán un mayor impacto en la pérdida de empleo formal en 2020 serán Uruguay, con una caída del 7,5%; Brasil, 4,2%; Paraguay, 3,8%; Bolivia, 2,6%; y Chile, 2,5%. En el largo plazo, Uruguay perdería 21%; Chile, 15,7%; Brasil, 14,8%; Paraguay, 11%; y Bolivia, 9,7%.