Consta en el expediente un intercambio de mensajes en el que el falso abogado le ofrece a la entonces ministra de Seguridad un “material”. La exfuncionaria niega el vínculo entre ambos.
“Hola Patricia, espero estés bien! Vengo de Rosario. Tengo una escucha para darte. Y un arrepentido por los disparos a los integrantes de la cámara. Cuando quieras nos vemos. Un beso”. El mensaje vía Whatsapp lo escribió Marcelo D’Alessio y se lo envió a la ministra de Seguridad durante el gobierno de Cambiemos, Patricia Bullrich. Así se confirma un vínculo entre ambos que la exfuncionaria siempre intentó ocultar.
Según relata Página/12, el falso abogado se había reunido y hablaba con familiares de la organización narco Los Monos, ofrecía información y decía saber sobre los atentados a jueces que intervinieron en causas ligadas a esa banda.
“-Ok. Podés reunirte con Bonini? Y le das el material y después nos vemos nosotros-, fue la respuesta desde el celular de Bullrich, quien aludía a un funcionario de su cartera que se ocupaba de casos de crimen organizado y delitos complejos.”
“-Vos sabés Patricia, que estoy a tu disposición!! Lo que vos digas!!!-, respondió él.”
Ese intercambio de mensajes consta en el expediente que lleva adelante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla. Tal como cuenta la periodista Irina Hauser, el chat es parte de las razones por las que le rechaza a D’Alessio su pedido de prisión domiciliaria en la causa donde investiga una gran trama de espionaje ilegal, por la que está detenido hace un año. Por el momento continúa alojado en el penal de Ezeiza.
El fallo advierte que “las características de las acciones ilícitas” así como los “vínculos de mutuo interés que forjó” el espía con funcionarios, fiscales, jueces, miembros de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), policías y periodistas, confirman su capacidad para entorpecer la investigación y/o fugarse.
El caso de Bullrich, a la vez, revela una línea de la causa en pleno análisis sobre el papel de quienes fueron “usuarios” de datos provenientes de espionaje ilegal. En ese capítulo también está pendiente la situación de Elisa Carrió, Paula Oliveto y Mariana Zuvic.
D’Alessio es investigado por presuntamente integrar una red dedicada a la extorsión, donde aparecen el exagente Ricardo Bogoliuk, el expolicía Aníbal Degastaldi, al fiscal Juan Bidone, al espía Rolo Barreiro, entre otros. Entre esos otros también están el Carlos Stornelli y el periodista Daniel Santoro.