Los restos de Julio Grondona fueron inhumados ayer en el cementerio de Avellaneda, luego de ser velados durante casi cuarenta horas en el predio de la AFA en Ezeiza. El propósito de extender el velatorio durante tanto tiempo fue que llegaran a despedirlo quienes venían desde lejos. Lionel Messi, por ejemplo. Joseph Blatter, especialmente.
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Los restos de Julio Grondona fueron inhumados ayer en el cementerio de Avellaneda, luego de ser velados durante casi cuarenta horas en el predio de la AFA en Ezeiza. El propósito de extender el velatorio durante tanto tiempo fue que llegaran a despedirlo quienes venían desde lejos. Lionel Messi, por ejemplo. Joseph Blatter, especialmente.
El presidente de la FIFA arribó a Buenos Aires ayer a las 7.30, apenas unas cuatro horas antes de que trasladaran el cuerpo de Grondona al cementerio. Según trascendió, Blatter dijo unas palabras en la capilla del predio de la AFA: “Siempre lo miraba antes de tomar una decisión”.
Más allá de esa frase que trascendió entre los periodistas, ayer Blatter no habló con los medios presentes en el lugar. Sí se manifestó vía Twitter: “Muy triste y conmovido al despedir a Julio Grondona en su funeral. Mis condolencias y apoyo a su familia en este momento de dolor”, escribió. Por la misma red social se había expresado el jueves, el día de la muerte de Grondona: “Muy triste por la pérdida de un gran amigo. Julio Grondona nos dejó a los 82 años. Hoy abrazo a su familia. Descansa en paz”. Su mensaje tuvo 1.395 retuits y 592 favoritos.
Blatter, que siempre tuitea en inglés, esta vez lo hizo en castellano. Otra manera de homenajear a su hombre de confianza, que no sabía inglés.
Buena parte de la devoción y el respeto del presidente de FIFA por su vicepresidente primero se remonta a la mañana del 7 de junio de 1998. La vez que Grondona fue clave para conseguir el primer triunfo del suizo como titular de la Federación, al convencer a los indecisos respecto de a quién debían votar.