Prosigue el juicio oral y público contra el oficial principal de la policía, Néstor Huck y Carlos Debrabandere, acusados de diferentes delitos, entre ellos el de violencia de género y tenencia de armas, al que se le suma en el caso de Huck, la tenencia de estupefacientes, causa que está en la justicia Federal.
En la jornada de ayer hubo numerosos testimonios de personal policial y profesionales que analizaron a la víctima del caso de violencia de género, que dio inicio a la causa, la cual derivó en la confirmación de otros delitos sumamente graves.
El oficial Huck está imputado de lesiones leves dolosas agravadas por el vínculo y por la violencia de género, amenazas simples y privación ilegítima de la libertad agravada; acopio de armas de fuego, piezas o municiones de éstas, encubrimiento agravado por el delito anterior especialmente grave y la calidad de funcionario público del sujeto, hurto simple agravado por la calidad de miembro integrante de las fuerzas policiales, violación de secretos y encubrimiento por receptación sospechosa de efecto proveniente de un delito y uso de chapa de patente falsa, todo en concurso real entre sí.
Por su parte, Debrabandere esta sindicado como coimputado de acopio de armas de fuego, piezas o municiones de éstas, encubrimiento agravado por el delito anterior especialmente grave y encubrimiento por receptación sospechosa de efecto proveniente de un delito y uso de chapa de patente falsa, todo en concurso real entre sí,
Lo sucedido este martes
La segunda jornada era muy esperada, ya que en la misma se iban a dar a conocer las escuchas de los teléfonos intervenidos de ambos imputados, autorizadas por la Justicia a raíz de las serias sospechas de la actividad ilegal que había sobre el funcionario policial. Estas grabaciones fueron escuchadas atentamente por los doctores Fabián López Moras, Rubén Chaia y Mariano Martínez, así como el público presente, ya que en sala se presentaron estudiantes de la carrera de abogacía.
El material presentado, fue realmente contundente y comprometedor para los intereses de Huck, donde se lo escucha dialogar con el coimputado Debrabandere, así como con otros sujetos señalados como responsables o sospechosos de asaltos y robos violentos, que incluso están sospechados de haber participado en atracos como el de la Coca Cola o el Círculo Católico de Obreros, entre otros, de acuerdo a lo señalado por el jefe de Investigaciones.
El oficial Huck, habla con estas personas y de estos diálogos se puede apreciar que al momento de los allanamientos estaba preocupado por lo que podían encontrar en la casa de su padre, intentando que sus “amigos”, desviaran el allanamiento a la vivienda ubicada en la parte trasera de la propiedad, para evitar que se descubriera lo que él consideraba que lo “dejaba en el horno”.