En la tarde de ayer un delincuente menor de edad ingresó por la ventana de una vivienda de barrio San Isidro, con intenciones de robo. Fue grande la sorpresa que se llevó cuando desde el interior de la casa lo salió corriendo un agente penitenciario que vive en el lugar. El hecho se
registró alrededor de las 14.50 horas, en una propiedad ubicada en la esquina de calles Urquiza y Los Tulipanes, frente al Sum, de San Isidro y a la cancha auxiliar de Atlético Uruguay. Hasta ese lugar llegaron dos sujetos en una motocicleta de alta cilindrada, uno de estos descendió e ingresó a la casa de la familia Taborda, mientras que el otro se quedó como «campana» esperando con en el rodado.
El delincuente habría ingresado por la ventana e intentó sustraer un teléfono celular que estaba sobre una mesa pero en ese momento fue sorprendido por uno de los propietarios de la casa, de profesión, agente penitenciario. El joven intentó darse a la fuga saliendo a la calle y subiéndose a la moto junto a su cómplice, pero el rodado no arrancó. La desesperación de los motochorros hizo que el que oficiaba de campana comenzara la huida a pie, dejando tras de sí al otro delincuente, el cual fue atrapado por el agente penitenciario. Fue entonces cuando el damnificado, «solicitó la presencia policial en barrio San Isidro, donde tenía reducido a un joven», según confirmó la policía.
De inmediato una patrulla de Comisaría Primera, llegó hasta el lugar «quienes al entrevistarse con el funcionario penitenciario, éste manifiesta que había sorprendido al sujeto, tratándose de un menor de edad (16), dentro de su vivienda, queriendo sustraerle el teléfono celular». A raíz del hecho, se realizaron las diligencias de rigor, secuestrándose una moto marca Yamaha YBR 150 cc, dos celulares marca Samsung y la suma de 339 pesos, dándole intervención a personal de criminalística, y personal policial dependiente de Comisaria del Menor.