Las organizaciones recordaron que «las magras cosechas de los últimos años, la fuerte presión tributaria, el incremento de los costos internos, las trabas en el orden comercial que ocasionaron enormes pérdidas económicas, fueron provocando años tras años mayores deudas sin saldar».
Además, hicieron saber que en nuestra provincia, «el 60 por ciento de los productores siembran menos de 500 hectáreas y más del 70 por ciento lo hace bajo la modalidad de arrendamiento. Se trata fundamentalmente de productores pequeños y medianos que trabajan en campos alquilados donde las pérdidas fueron mayores».
En Entre Ríos el 70 por ciento de la agricultura se financia fundamentalmente de 60 empresas de nuestro territorio, compuestas por acopios y cooperativas. «Situaciones similares ocurren en la producción lechera, importante generador de puestos de trabajo, que hoy afronta un preocupante fenómeno de cierre de tambos. Con algunas excepciones en la producción de carne ocurre otro tanto». También destacaron que el sector agropecuario entrerriano genera más del 40 por ciento del empleo directo, pero marcaron que esta situación generará en pueblos y aldeas del interior, «una importante caída del mismo, además de afectar la actividad económica de todos los comercios y servicios relacionados al movimiento del campo».