La bailarina asegura que es un show y que quiere llegar a la final. Hasta imaginó enfrentar a Piquín. Sobre la renuncia de su bailarín, dice que la tomó por sorpresa y ahora baila con Pablo Juin.
Después de atravesar un nuevo duelo en ShowMatch el pasado jueves –por el cual volvió a interpretar el ritmo femme style–, y de ser salvada por voto dividido del jurado, Eleonora Cassano sigue en el concurso. Pero antes, se la vio sufrir, llorar, y hasta avergonzarse por dar justificaciones sobre su modo de trabajar: “En treinta años de carrera jamás tuve una situación así”, dijo en el programa, mientras se secaba incontenibles lágrimas. El motivo de todo este escándalo, que hizo subir el rating hasta 22,9 puntos, fue la renuncia del bailarín que la acompañaba desde abril pasado, Nicolás Scillama. En fin, parece que de lo que se trata es de que Cassano hizo aportes a las coreografías del coach del trío, Ariel Pastocchi. Incluso llegó a asumir: “El Quijote [pas de deux clásico] lo armé todo yo porque es lo mío, lógicamente”.
Por ahora, continúa la participación de Cassano en ShowMatch, en adelante con el reemplazante Pablo Juin, quien antes acompañó a Emilia Attias, Norma Pons, Verónica Perdomo y Paula Chaves. Pastocchi permanecerá como el creador de los pasos y evoluciones, en los ritmos que vienen: bachata, reggaeton, tango milonga y aquadance. En este tenso contexto, Cassano dice: “Entre la sentencia del otro día y ahora que renuncia Nico, estoy [largo suspiro]… ¿Las causas? Fue una cuestión personal. No se terminaba de sentir cómodo este año en el ‘Bailando’, no sé muy bien… Fue algo tan sorpresivo… Nosotros nos llevamos tan bien… Puede tener que ver con que todas estas últimas galas en que estuvimos no fueron muy positivas. Así que creo que está bien la decisión… bueno, no, no sé si está bien la decisión, pero la respeto”.
—¿El programa genera situaciones que ponen a los concursantes al límite?
—Estar en el “Bailando” es estresante porque tenés que armar una vez por semana una coreografía, estás al límite con las demás parejas, y sabés que podés quedar afuera en cualquier momento. No es lógico lo que va sucediendo… No es normal estar bailando hoy una cosa; dentro de cuatro días, estar bailando otro ritmo diferente, sabiendo que, si al jurado no le gustás, vas a sentencia o al teléfono, o te quedás afuera. En mi carrera, yo he estado de gira y demás, pero esto es muy distinto al resto de lo que hice”.
—Pese a lo difícil de este momento, ¿cómo evaluás tu participación?
—Yo me siento muy bien. Me siento bien corporalmente y por intermedio de ShowMatch estoy llegando a hogares a los que nunca había llegado. Además estoy bailando ritmos que jamás imaginé que iba a bailar. Salsa sí, ya lo había hecho, pero hay cosas que me costaron y me encantó hacerlas.
—Conociendo el programa desde su interior, ¿qué le criticarías o cambiarías?
—Para mi gusto, yo le daría más importancia al baile y menos a las previas. Como espectadora me gusta ver las parejas bailando; todo eso otro me interesa poco, pero sé que es parte del show.
—¿Cómo te sentiste llegando al duelo y luego, compitiendo en voto telefónico con el Tirri, luego de que el jurado no te salvara en el anterior duelo?
—Verdaderamente me sorprendí de estar en esa situación: yo pensé que era lo último que me podía pasar. Y después, de repente vino la sorpresa del resultado telefónico, del que me enteré ahí mismo, en el programa. Mi cara de sorpresa [en esa emisión] no es de mentira, es real; te enterás del resultado telefónico ahí. Eso me hizo sentir muy bien, porque ahí estaba la gente opinando.
—¿Qué sentimientos te despiertan las devoluciones que te da el jurado?
—Al principio me costó aceptar que no me pusieran todo 10. Pero después entendí que es un show y lo acepto así: yo entré al “Bailando” sabiendo lo que es.
—¿Qué te pareció la llamada de Tinelli a la Presidenta?
—¿Sabés que eso me lo perdí? ¿La Presidenta lo atendió?
—¿Y las visitas de Insaurralde y otros políticos?
—En el programa entra de todo. A todos nos sirve estar en el programa.
—Y a vos, ¿en qué te sirve estar en el programa? ¿Creés que más público iría a verte si hicieras un espectáculo?
—La televisión te da mucha exposición. Esa diferencia que percibo ahora en mi vida cotidiana, creo que podría suceder en un teatro. Pero en este momento estoy en el programa pura y exclusivamente para llegar a los hogares y para que la gente tenga la posibilidad de verme, sobre todo, la gente que no pudo ir a un teatro, porque no entiende de danza o por dificultades económicas.
—Pero no estás en “ShowMatch” gratis, ¿recibís una remuneración por este trabajo?
—Sí, claro, también me pagan muy bien.
—¿Te imaginás una final compitiendo contra Piquín?
—Antes me imaginaba una final con Piquín, pero ahora me imagino que está, dentro de las posibilidades, quedar afuera en cualquier momento.
—Si te tuvieras que ir antes de la final…
—… me sentiría bien. Desde el otro día cuando sucedió la votación telefónica y vi la devolución de la gente, sentí que había logrado lo que quería. En adelante, no deseo terminar, sino que tengo ganas de seguir, de llegar a la final y de ganar, pero ya conseguí lo que soñaba.