En «¿Quién quiere ser millonario?»: El albañil de Villa Elisa que invertirá en su cine lo que ganó

Se trata del elisense Omar Bocard, quien fue al programa de Santiago del Moro para equipar la sala que pone el cine al alcance de los chicos de su pueblo, Villa Elisa (departamento Colón). Su historia se hizo conocida en todo el país a través del documental  Un cine en concreto, de Luz Ruciello: Ver nota: “Un cine en concreto”: la luz de Omar, el respeto de Luz «Con la cantidad de necesidades que tengo, 130 mil para mí es una fortuna», dijo Omar Bocard al retirarse de ¿Quién quiere ser millonario?

Es que el dinero lo ayudará para hacer muchas cosas, entre ellas, comprar un amplificador para su Cine Paradiso, la sala que creó, inspirándose en la película homónima italiana. De muy chico, el albañil se fue a vivir con su mamá a Villa Elisa,  y con las primeras monedas que consiguió trabajando, fue por primera vez al cine. Al igual que el pequeño Toto, protagonista del filme de Giuseppe Tornatore, aquella experiencia lo marcó para siempre. Se enamoró del séptimo arte y durante años, trabajó cada domingo, su único día libre, para crear su propia sala. En el año 2000 se proyectó por primera vez un largometraje en su Cine Paradiso.

La película elegida fue Alma Mía, con Pablo Echarri y Araceli González. Para que nadie se prive de la magia de la pantalla grande, Omar cobra solo 25 pesos la entrada, pero, como aclaró en el programa de Santiago del Moro, si algún chico no tiene dinero lo deja pasar igual, o si tiene plata solo para la entrada, luego él le regala una golosina: «Para que todos estén en igualdad de condiciones». Hace un tiempo se rompió un amplificador del proyector. Ese fue uno de los motivos que lo llevó a participar en ¿Quién quiere ser millonario?

Pero además necesita dinero para operarse al vista, coincidentemente Alfredo, el proyectista del cine de la película italiana había perdido su visión; también tiene que realizarse un tratamiento ocular, que será hecho por alguien que se contactó con la producción de Telefe. Pero lo más importante es que Omar pudo contar su historia y la de su sueño, que también se puede ver en el documental Un cine en concreto, de Luz Ruciello. «Desde muy niño me interesa todo lo artístico. Vivíamos en el campo, teníamos como único entretenimiento una radio antigua dónde escuchábamos música y me enteraba de las últimas noticias del espectáculo. Cuando mis padres se separaron en 1964, nos mudamos a Villa Elisa y a los nueve años comencé a vender revistas.

Con lo que gané pude comprar una entrada e ingresar por primera vez a una sala de cine. A partir de ese día, comencé a ir religiosamente todas las semanas. Me volví un cinéfilo», había contado hace un tiempo. El cine de su pueblo cerró y él decidió hacer algo al respecto: «Al principio, hubo muchas promesas de reabrirlo pero, pasaron los años y no hubo ningún avance. No me quedé los brazos cruzados y comencé a desarrollar la idea de tener uno propio. Estaba impulsado por mi pasión y porque veía que los chicos no tenían muchas actividades para hacer relacionadas con la cultura». Así fue como comenzó a trabajar en sus ratos libres. «Descansaba haciendo el cine. Me llevó unos tres años y medio», recordó. Finalmente, el 3 de julio del 2000 inauguró Cine Paradiso. Sigue conservando «precios económicos» para que «nadie se quede sin entrada».

 

Tráiler: Un cine correcto

«Ya tengo mi público fijo, para algunos puede ser poco, pero para mí es todo lo que tengo. Por supuesto que mi cine no se compara con las grandes salas de Buenos Aires, pero para mí sigue siendo el más lindo. Acá veo reflejada mi lucha y el sacrificio mío y de mi familia. La diferencia que existe con mi cine es la atención que les brindo a los espectadores. Los saludos, se arma una tertulia antes y después de la película. Puedo ser pobre pero mi felicidad está en otro lado. Tengo la alegría de estar con los chicos. Algunos a veces se asustan o se quedan hasta tarde y los alcanzo a sus casas», contó. Luego de responder por 130 mil pesos en ¿Quién quiere ser millonario? una pregunta desconcertó a Omar: «¿Las memorias de quién están volcadas en el libro Recuerdos que mienten un poco? A: Carlos el Indio Solari B: Armando Bó C: Moria Casán D: Diego Maradona». Y como dicen que «más vale pájaro en mano que cien volando», él decidió retirarse del juego, feliz de haber obtenido el dinero para arreglar su proyecto y por haberle contado al país sobre el Cinema Paradiso argentino.