En plena búsqueda espiritual

En plena búsqueda espiritual El dúo lanzó su nuevo álbum L.H.O.N, al que denominan el más profundo y menos irónico de su carrera. Juran que nunca probaron la cocaína y que el dúo no se separa más. En plena búsqueda espiritual

Acaba de morir Prince y en las redes sociales miles de fanaticos y artistas del mundo despiden al músico con imagenes, canciones, frases, todo en color purpura. “Siento que se murió un familiar”, escribió Dante Spinetta en su cuenta de Twitter, minutos antes del encuentro con PERFIL. Emmanuel recuerda cuando vieron por primera vez Purple Rain. Tenian 10 y 11 años. Al principio, cuenta Horvilleur, lo rechazaron: “preferíamos a Michel Jackson”. Hasta que observaron atentos, y se enamoraron tanto pero tanto que desde la génesis de Illya Kuryaki & The Valderramas, el espíritu y sonido de Prince, surfeó en cada álbum del dúo.

—Se fue Lemmy, Bowie y ahora Prince, ¡que año para la música!

SPINETTA:—Terrible. (Silencio).

—¿Lo conocieron a Prince?

S: No, no tuvimos la suerte de conocerlo. Era parte de un plan, una idea, que estaba bastante cerca de conocerlo. Él tenia ganas de acercarse a artistas latinos, pero nos quedamos con las ganas. Prince sigue siendo mi ídolo más grande junto a Stevie (Wonder) y mi papá. Nos sentimos huérfanos, todos los que funkeamos, somos hijos de Prince.

HORVILLEUR: Illya Kuryaki no existiría en muchos aspectos si no fuera por Prince. Había canciones de nosotros, y discos enteros, en que jugábamos desde el sonido. Tuvimos la suerte de verlo en Argentina, después en el 99 cuando estábamos haciendo Leche en Los Angeles. Un finde nos escapamos con Jose Luis Miceli (ex manager), y Andrés Vilanova, baterista de Carajo, y nos fuimos a verlo a Las Vegas. Y en el 2004 también tuve la suerte de irme a New Jersey, solo para verlo. Era muy perfecto en vivo. Dejó una escuela.

En medio del clima de velorio, hay que hablar de L.H.O.N (La humanidad o nosotros), la nueva criatura de Illya Kuryaki and The Valderramas. Sin dudas, es el disco más espiritual de su carrera, lejos de letras y mensajes provocadoras de los 90, y con sonidos de salsa, afro, pop, funky.

—¿Son espirituales? ¿Rezan?

H: Mi hermana se llama Guadalupe porque mi papá rezó y le pidió a la Virgen que la salve porque nació sietemesina y fue muy complicado. Se salvó y le pusieron el nombre. Y en Kuryaki siempre se vio influenciado por personajes de ese estilo, como Ceferino, que cantamos en Chaco.

S: Tomamos, por ejemplo, a la Virgen de Guadalupe, llevo su cadenita que me traje de Mexico, un lugar que estremece, es mi Virgen, pero creemos en esa energía de luz que para algunos tiene la cara de Jesús y para otros la cara de Buda. En un primer momento el disco se iba a llamar La nueva fe, es por ese momento de cambio, la soga de la vida en la que cada uno le da el significado y pone la cara que quiere. Para mi parte de Dios era Prince, es mi familia, mis hijos (Vida y Brando). Tampoco estoy de acuerdo con lo que hicieron la Iglesia y organizaciones religiosas administrando la fe.

—¿Qué los inspira hoy?

H: Hay de todo, va a aparecer siempre Prince, cosas muy sexuales y que de pronto aparece la palabra Dios.

S: Es que cuando estas amando a alguien, en ese momento, llegas a Dios. Una conexión, y los cuerpos generan los fluidos de Dios. La inspiración está en la vida. Nuestras experiencias han cambiado. Emma tenía 16 y yo 14 cuando arrancamos, ahora ternemos hijos, nos han roto el corazón, hemos roto corazones, enterramos familias, enterramos amigos, la vida cambió, y cuando empezamos a hacer este disco nos dimos cuenta que teniamos una necesidad de ir a lo más profundo y no ser tan irónicos. Siempre tuvimos la mística encima, nuestras madres son astrólogas, de esa conexión de que somos parte de algo más grande, Dios, el universo, de tirar ese mensaje, que va más allá de una canción, es un mensaje de vida. Esto es real, es nuestra fucking vida.

—Se viven tiempos de estética e individualismos que se manifiestan a través de las redes sociales, de mostrar de que se está viajando, de que se está viviendo de manera felíz. Y este disco canta lo contrario.

S: No es una cosa ni la otra. Hay que saber qué es lo importante. Nosotros somos una banda que también ha sufrido muchas perdidas, amigos importantes, como (José Luis) Miceli que era el tercer Kuryaki, Gustavo Pesoa, aliado poetico que nos ha influenciado, de escribir y pensar el arte, y mi viejo. Ahí comprendes que no importa tanto la cuenta en el banco, el celular, la ropa, eso está buenísimo, sí, pero lo más importante es tener gente que esté al lado tuyo, a tu hijo, tu mamá, visitar y llamar a tu mamá. Mi viejo… apareció el cáncer y se lo llevó en un par de meses, y él iba a seguir haciendo discos, había proyectos, mudanzas y de pronto eso se desvanece y están la gente que te ama. No podemos ser una sociedad en busca del dinero nada más, y a nivel musical nos vamos a un lado alternativo, nuestra música no suena como suenan las de las radios, queremos hacer lo que tenemos ganas de hacer, crecer con esa seguridad y triunfo.

—En Gallo Negro cantan: “Alejate del vicio que hay un precipicio esperando que entregues tu alma al sacrificio”. ¿Hay un mensaje anti drogas ahí?

H: Sí. Esa frase, en su momento, hicimos foco ahi, pero el vicio no es sólo la droga, puede ser el juego, el vicio de la vida viciada.

S: Todo en exceso es malo. Una cosa es un pibe que se fuma un porro de vez en cuando, lo cual hacemos nosotros, vamos a hacer sinceros, y otra cosa es un pibe que esta todo el dia tomando merca. Nosotros no tomamos ni una sola vez en la vida, somos vírgenes de merca. Nunca probamos cocaína y nunca lo vamos a hacer. Porque vimos lo que hacían nuestros pares, entonces, ¿para qué? Cuando hablamos de eso de no te entregues, no bajes la cabeza.

—Ustedes son padres, ¿qué les pasa cuando se encuentran con la noticia de que cinco pibes murieron en una rave electrónica?

H: La cuestión de la educación y de los hijos uno lo habla en casa, quiero creer que mi hijo (Andre, de 12) va entendiendo de decir “no”, obvio que no va a estar exento de que cuando salga le ofrezcan, y en algún momento Dios no lo quiera pruebe algo… Y lo que pasó me da bronca que tiene que ver con esta cosa que tenemos los argentinos de hacer mal las cosas. Pasó con Cromañon, eso de ambición de meter gente, y los pibes si estan drogados lo mínimo que tienen que tener es acceso al agua y que no te la cobren 100 mangos. Están jugando con la vida de los pibes, y da bronca por la inoperancia. Hay que cuidar a los pibes y a la juventud, un tipo que organiza una fiesta de esa, sabe que público va, tiene que tener las cosas preparadas, flaco: ganá menos guita pero cuida a la gente que te llena la fiesta.

 

Kuryaki para siempre

—¿Cuánto cambio el negocio de la música?

S: Es otra industria. Hace un tiempo de lo digital no ganabas nada, y ahora se está monetizando con Spotify, Vevo, YouTube, Pool Music. También cambió el consumo: la gente está escuchando más singles que álbumes, la obra entera no importa, interesa más el hit, casi es como volver al comienzo de las discográficas. Uno se tiene que adaptar pero nosotros hacemos música más allá de eso, y sí usamos las redes a nuestro favor. Hoy estamos disfrutando de Twitter e Instagram para el contacto directo con la gente de diferentes partes del mundo y eso es increíble. Incluso para bandas que no tienen un sello detrás y llaman la atención. Weekend arrancó haciendo música en internet, sus dos primeros discos los dio gratis, y todo el mundo lo escuchaba pero nadie sabía cómo era el pibe. Hoy Weekend es el disco del año. Con Emma, somos de la vieja escuela, nos metemos a hacer un disco conceptual, todo disco es una obra.

—Tuvieron ese impasse del 2001 al 2011, y volvieron a pasar mucho tiempo juntos. ¿Se asimila a una relación de pareja?

H: Adquirimos una sabiduría en como relacionarnos, de hecho cuando estamos haciendo un disco capaz que podíamos estar cinco horas componiendo, haciendo canciones, cortábamos, nos ibamos a nuestras casas y a la noche nos veíamos en un bar con amigos. Somos naturales, sabemos qué cosas nos molestan y que cosas nos copan, fluimos naturalmente, es fácil estar juntos en esta etapa, inclusive más que antes. Si estamos juntos ahora es porque disfrutamos, porque el norte es lograr lo mejor para Kuryaki y cuando asi no sea, cuando pensemos que cada uno quiera hacer algo solo, va a ser recibido bien igual, porque Kuryaki no se separa más.

S: Estamos acostumbrados a decirnos que no y eso también está bien. Por ahi algunos saltan con el ego, y quieren imponer cosas. Nosotros trabajamos la canción, por eso lo queremos producir nosotros, ser libres, y al disco lo hicimos de manera fluida, bastante rápido, con varias canciones buenas que quedaron afuera. Ya dijimos: ¿por qué no hacemos otro?