Los llaman “los nuevos One Direction”. Más allá de las comparaciones, el fenómeno pop visita Argentina por segunda vez.
Así es el ciclo de la vida versión pop: unos vienen, otros van. Quedan los rostros siempre jóvenes, Adonis y Afroditas. Por segunda vez en nuestro país, “los sucesores de One Direction” (sobre todo considerando la retirada de los ultrapopulares jovenzuelos) acaban de tocar en Buenos Aires y se presentarán hoy en el Arena Maipú de Mendoza, mañana en Plaza de la Música, en Córdoba, y el martes en el Metropolitano de Rosario.
Están presentando su segundo álbum: Sometime Last Night, y en palabras del veinteañero Riker Lynch (que integra la banda junto a sus hermanos Ross, Rydel y Rocky, y la amiga Ellington Ratliff): “Venimos a demostrar lo que hemos logrado avanzar en estos años. Nuestro fuerte, sin dudas, es cuando tocamos en vivo. Ahí es donde queremos dejar las cosas en claro. No se puede esconder si sos malo en vivo. Nosotros queremos ser los mejores. Nuestro público, que tiene varios lugares donde hacer foco si pensás en internet o en los celulares. Cuesta captar la atención del público en ese sentido. Por eso es vital generar un show que los fascine, que les demuestre que somos más de lo que esperan”.
—¿Cómo lidian con el prejuicio de la banda pop?
—No es un problema. Viví toda la vida esta experiencia que tiene que ver con la banda que sale de Disney. Lo he visto mientras crecía, y sé que suele funcionar así. Siempre aparece el prejuicio que, encima, suele estar injustificado. No porque se sea bueno o no, sino porque quienes profesan esas ideas no suelen escuchar tus discos. El prejuicio es algo más que viene con otras cosas que te hacen muy feliz. Nadie se mete en esto porque no quiere hacer música. Aquí nadie quiere eso de la fama y nada más. Somos muy felices haciendo lo que hacemos y estamos en nuestro mejor momento.
—¿Cómo se vive ese éxito cuando están en una gira?
—Es más impresionante, porque venís hasta acá y ves que el público de países de Latinoamérica grita tus canciones de la misma forma que están acostumbrados a verlo en EE.UU. o Inglaterra. Eso impresiona mucho. El fanatismo es algo muy impresionante cuando estás del otro lado. Te deja muy descolocado y feliz. Porque querías llegar a todas esa gente, querías que tus canciones fueran escuchadas.
—Y particularmente en Argentina, ¿qué esperan de esta segunda gira en todo el país?
—Lo de siempre. Ya la vez anterior fue espectacular en cuanto al fanatismo. Por eso queremos recorrer grandes ciudades del país y no sólo Buenos Aires. Queremos llegar a la mayor cantidad de fans posible.