La renuncia forzada del ministro de Salud de Brasil por sus discrepancias con el presidente Jair Bolsonaro, el incremento exponencial de la tasa de muertes en Ecuador y los saqueos en Colombia son la nota destacada de jornada de ayer en el subcontinente frente a los efectos de la pendemia de coronavirus.
Luego de semanas de confrontación con Luiz Henrique Mandetta, promotor de las cuaretenas frente al avance del Covid-19 en Brasil, Bolsonaro se anticipó a la anunciada dimisión del más popular de sus ministros y le pidió la renuncia, para designar en su lugar a un oncólogo, Nelson Teich, que no tiene experiencia en salud pública y acata el deseo presidencial de poner fin al aislamiento social para no dañar más a la economía.
El cambio se produce en momentos en que la pandemia de coronavirus todavía no llegó a su cota máxima, que se espera para mayo, y ya suma casi 2.000 muertos y 30.000 contagios comprobados, por lo que la salida del mayor defensor de aplicar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue recibida con cacelorazos de protesta.
En Colombia, en tanto, se registraron saqueos y protestas en las barriadas de las principales ciudades del país por la falta de ayudas alimentarias y económicas durante la cuarentena, que comenzó el pasado 25 de marzo y culminará, en principio, el próximo 27 de abril.
En Medellín, hubo bloqueos de carreteras e intentos de saquear los camiones con ayudas humanitarias antes de que fueran repartidas, mientras que en Bogotá y Cali muchos ciudadanos salieron a protestar con sus cacerolas porque dicen que les han prometido ayudas que aún no han recibido, pese a que la cuarentena comenzó hace 23 días.
En Ecuador, uno de los países más afectados del continente, las autoridades confirmaron que hay un desfase de 5.700 fallecimientos durante la primera quincena de abril en la provincia de Guayas, el epicentro de la pandemia en el país con 5.754 enfermos (70 %) y 187 muertes (46 %), una diferencia en las cifras que puede deberse al «Covid, presunto Covid y muertes naturales».
El subregistro de datos, tanto de contagiados como de fallecidos, era una de la posibilidades barajadas por el Gobierno, que hace dos semanas llegó a hablar de entre 2.500 y 3.500 muertos sólo en la ciudad de Guayaquil, capital del Guayas y polo económico del país.
Pero la notificación de un desfase cercano a los 6.000 fallecidos, solo en dos semanas y en una sola provincia, ha sorprendido por el alcance, además que de confirmarse supondría un fuerte repunte del impacto de la enfermedad.
México anunció que extenderá las medidas de distanciamiento social hasta el 30 de mayo para evitar que se dispare la pandemia en el país y ante la posibilidad cierta de que colapse el sistema de salud.
La llamada Jornada de Sana Distancia contempla la paralización de actividades no esenciales y exhorta a la gente a quedarse en casa, si bien la cuarentena no es obligatoria para no afectar a los millones de empleados en el trabajo informal, en un país que suma más de 5.800 casos y 449 muertos.
Chile, en tanto, anunció que a partir del próximo lunes comenzará a repartir el llamado «carné Covid», que permitirá identificar a las personas que hayan superado el virus y que “también no son capaces de transmitir esta enfermedad a otros», según dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Bolivia, en tanto, anunció ayer que inició negociaciones con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para cubrir la emisión de distintos bonos sociales destinados a contener las emergencias por el Covid-19.
«Una buena parte de los bonos se está negociando con el Banco Mundial», mientras que «se están solicitando 320 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional, sin condicionamiento de ningún tipo», dijo el ministro interino de Economía de Bolivia, José Luis Parada, en una rueda de prensa en La Paz, de la que informa EFE.