Los jugadores reaccionaron contra el árbitro Amarilla y todo terminó escándalo.
El final del partido para San Lorenzo fue una pesadilla: el árbitro Amarilla pitó un penal controvertido y Somoza lo transformó en gol. El empate 1 a 1 dejó al equipo de Bauza muy complicado para clasificar a los octavos de final de la Copa Libertadores.
Con ese marco, los jugadores no pudieron contener su bronca y se le fueron al humo al polémico árbitro. La policía intervino y la lucha estalló.