Hoy estoy impactado, porque Cerati era un poeta. Soy hijo del rock, porque la generación de Charly García, el Flaco Spinetta y León Gieco estaban delante de mí. Yo a Gustavo lo conocí de grande, en el tour “Me verás volver”. A él se le ocurrió llamarnos para que la gira tuviera cinco temáticas sociales, entre las que estaban el hambre en América La
Hoy estoy impactado, porque Cerati era un poeta. Soy hijo del rock, porque la generación de Charly García, el Flaco Spinetta y León Gieco estaban delante de mí. Yo a Gustavo lo conocí de grande, en el tour “Me verás volver”. A él se le ocurrió llamarnos para que la gira tuviera cinco temáticas sociales, entre las que estaban el hambre en América Latina y las personas en situación de calle. Yo que ya conocía su música, ahí conocí su sensibilidad. Para nosotros terminó siendo un éxito, con 14.600 personas que nos escribieron online para sumarse.
Cuando terminó la última de sus actuaciones en River, después de haber viajado por todo el continente, Gustavo baja del escenario y soy al primero que ve. Estábamos frente a frente y entonces le digo: “Che, te agradezco en el alma porque esto también fue un éxito para nosotros”, y él me responde: “¿Vos cómo estás?” Le contesté que bien, que la gira fue muy linda, pero no le dio mayor importancia. Insistió mirándome a los ojos: “No, Juan. Vos cómo estás, cómo lo vivís”. El pibe bajaba de la gira de su vida, pero tenía siempre la grandeza de que (aunque estuviera en el fragor la cosa magna) registrar al que tenía enfrente. En mi vida eso es vital. Yo lo relato seguido, porque por más que sea algo personal, no deja de lado lo social. El registro del otro en todo momento.
Suponía que estaba preparado para esto, porque sabía que estábamos ante una situación compleja, pero así y todo me pegó muy mal. Yo también soy padre, tengo cinco hijos. La última vez que tocó en nuestro país lo hizo, generosamente como siempre, en el “Argentina abraza Chile” que organizamos para las víctimas del terremoto de 2010. Eso me genera una sensación complejísima y extrañísima. Después, quedamos muy amigotes con Zeta Bosio y Charly Alberti, con quienes nos hablamos cada vez que pasa algo. Hay una alianza entre la cultura solidaria y la música, algo que hoy se expresa en la protección del bosque nativo y la campaña hablemos de autismo, por ejemplo.
Con su madre tuvimos tres o cuatro encuentros. Hace poco más de un año, en la última movida conmovedora, Fito Páez hizo la gira por el edificio que cayó en Rosario y ahí conocí a su hijo. Benito tocó de onda ésa y la vez que hicimos el evento de las bandas jóvenes en Chile, por el incendio en Valparaíso. Allá se apareció con Laura, la hermana de Gustavo Obviamente, cuando pasa algo como esto se suele hablar bien. En este caso les aseguro que no lo hago gratis. Esta es una familia comprometidísima y particular.