El rector de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), Jorge Gerard, realizó ayer una conferencia de prensa en el Rectorado que funciona en la ciudad donde respondió ante las acusaciones que fue publicado en diversos medios de la provincia sobre una supuesta causa de malversación de fondos realizada por la universidad a través de convenios firmados con el Ministerio de Salud de la Nación.
En ese sentido, aclaró que hasta el momento no recibieron la denuncia formal. Gerard, acompañado por el secretario económico financiero de la UNER, Juan Manuel Arbelo, y el Jefe de Auditoria Interna, Jorge Carrasco, afirmó que el convenio fue firmado en 2011 para distintas acciones que el ministerio iba a realizar en la provincia.
En aquel año el Ministro de Salud era Juan Luis Manzur, quien se encuentra imputado por su participación en la licitación del llamado “Programa Qunita” por el que el Estado compró 115.000 kits para recién nacidos por un precio de 1100 millones de pesos, del cual se vieron beneficiadas seis empresas, sin experiencia en el rubro, dejando los productos “Inseguros para el recién nacido”. Desde el ministerio se acude a la universidad “para la logística y para la administración de los fondos que implican la ejecución de programas como lo fueron de Salud Mental, Equidad Sanitaria y Territorial, Cultura en Salud, Salud Ocular, Salud y Deporte y Argentina Sonríe”, explicó. En ese marco es que se realizó la compra de vehículos para poder desarrollar esos programas.
“Una oportunidad se realizó la compra de vehículos a través de un procedimiento de leasing del Banco Nación, quien hizo la compra y una vez facturado la universidad lo pagó. Hoy estamos con la trasferencia de esos vehículos al ministerio de Salud, ya que siempre fueron de su propiedad. Si bien la universidad hizo la compra y de forma transitoria tenía esa titularidad”, sostuvo. Otra compra se hizo luego a través de la Unidad de Vinculación Tecnológica de la UNER, área que era encargada de administrar esos fondos. En este sentido, Gerard aclaró que su función era “solamente administrativa” y que dicha unidad no tenía posibilidades de ejecutar esos fondos sin una autorización previa del Ministerio de Salud. “Toda la operación bancaria de nuestra Unidad de Vinculación Tecnológica se realiza en el marco de las contrataciones del Estado y todas las transferencias se hacen a través del sistema bancario.
Asimismo, toda la ejecución de los fondos se realizó en conformidad con las normas de la Ley 24.156 de Administración Financiera del Estado Nacional y todas las contrataciones y licitaciones se publican en el portal de compras de la UNER que es de acceso público”, señaló el rector. Asimismo, Gerard aseguró que él era el encargado de autorizar qué personas podían manejar esos vehículos, las cuales eran personas designadas por el Ministerio de Salud y contratadas en función al convenio. También admitió que esas personas que fueron autorizadas también cometieron algunas infracciones de tránsito. “Tienen multas que llegaron a la universidad y que se han pagado y rendido al Ministerio de Salud”, indicó. Por otra parte, el rector de la UNER sostuvo que la universidad “está comprometida con su territorio” y que es “abierta y colaborativa con todas las organizaciones del Estado Nacional para poder rendir solución a los problemas de la población”.
Al mismo tiempo, manifestó que esta denuncia significaba “un gran daño institucional” para la universidad. “Es un daño irreversible. Puedo reconocer que existen algunas visiones que quieren un rol diferente de la universidad pública para que sea más cerrada y se dedique simplemente a formar sus alumnos y tenga un rol no comprometido con la población. Pero esa no es nuestra visión. El perjuicio es institucional, las universidad han logrado un prestigio importante en los últimos años y ese rol de mayor compromiso con la sociedad es lo que pretendemos continuar. Una universidad para su mejor funcionamiento necesita tener un prestigio avalado por la trasparencia en los procedimientos y el cumplimento de la normativa”, dijo finalmente.