El CEPA indicó que, “si se realiza un recorte desde mayo de 2022 hasta febrero de 2023, el precio de la carne se incrementó 41% mientras que el IPC alcanzó 69%”. Los principales aumentos se dieron en febrero, en los cortes bife ancho, cuadrada y paleta.
Según el canal de comercialización, en el caso de las carnicerías el precio promedio de la carne vacuna registró una suba de 33,5% en la comparación con enero, “superando por más de 15 puntos los aumentos de carne vacuna en supermercados (18%)”.
Además, en relación a los precios de los productos sustitutos de la carne vacuna, en el caso del pollo, el mismo registró una baja de 0,2% en febrero, después de “nueve meses consecutivos con aumentos promedios que superaban los incrementos promedios de carne vacuna”.
Asimismo, el informe de CEPA indicó que, “si se realiza un recorte desde mayo de 2022 hasta febrero de 2023, el precio de la carne se incrementó 41% mientras que el IPC alcanzó 69%”.
Sin embargo, explicaron que «esta comparación es sesgada, ya que, si se extiende, la serie desde inicios de 2020, se observa que el precio de la carne se escinde del IPC a finales de 2020 manteniéndose siempre por encima de este último, salvo en el breve lapso de diciembre y enero últimos”.
De esta manera, “al comparar ambos indicadores desde octubre de 2020 a la actualidad, los datos indican que la carne se incrementó 325% y el IPC ascendió a 249%”, precisó CEPA.