El Partido Justicialista uruguayense refleja un poco de la acefalía de conducción e indiferencia que se observa a nivel nacional, donde no existe una cabeza al frente de la estructura. En nuestra ciudad fue elegido el abogado Mario Carballo, pero aún no hay fecha de asunción.
El ex intendente y actual Ministro de la Producción, Carlos Schepens, aún continúa como el titular del PJ uruguayense, al igual que José Cáceres lo es a nivel provincial. Y esto se debe a que aún no se produjo la asunción de las autoridades que fueron elegidos en internas abiertas o por consenso como lo fue en el caso de nuestra ciudad, aunque haya voces disidentes al respecto.
Mario Carballo en el caso de nuestra ciudad, y el propio gobernador Gustavo Bordet junto a Sergio Urribarri a nivel provincial, son entre otros quienes deben ocupar sus cargos al frente del partido, pero que sentados esperan por su turno.
Las autoridades
Una de las representantes del PJ en la provincia y oriunda de nuestra ciudad como lo es Celeste Pérez señaló, en declaraciones al sitio Babel, que las actuales autoridades del justicialismo entrerriano “no le supieron decir puntualmente cuándo se daría la asunción en Uruguay”.
La metodología usualmente es que asume primero “la conducción provincial y luego la de cada departamento”, explicó Pérez respecto a cómo debería ser el procedimiento. En el caso de nuestra ciudad la fórmula que debe encabezar el partido es la del abogado y titular del Colegio de Abogados de Concepción del Uruguay, Mario Carballo, junto al segundo diputado provincial por el Departamento, Silvio Valenzuela.
Acefalía parcial
Si bien existe una crítica por no poder acceder a los cargos y ni siquiera poder hacer uso como nuevas autoridades de la sede partidaria, está claro que a nivel local el PJ se encuentra bajo la conducción del intendente José Lauritto. Habrá quienes cuestionan sus formas pero están supeditados a su capacidad y convocatoria.
Amén de que el partido no participe en movilizaciones y que se hayan apagado diversas ramas de la Juventud y otros grupos del Frente para la Victoria, el justicialismo uruguayense sigue sin autoridades oficiales pero con una figura que se erige sobre el resto que es la del actual mandatario de la ciudad.