Como no ocurría desde hace tiempo y, según dicen en el entorno de Sergio Urribarri, por su exclusiva indicación, se abrieron en los últimos días cinco unidades básicas en el peronismo local. Lo llamativo es que en ninguna de ellas estuvieron presentes los candidatos de las listas,
sino sólo autoridades partidarias y algunos funcionarios. Doblemente raro porque el sueño entrerriano parece ocupar toda la franja de la estrategia comunicacional del gobierno provincial.
Tanto es así que la figura de Serio Urribarri aparece antes que la de quien encabezará esa parte de la boleta, el alicaído Guillermo Guastavino, acompañado de quien es hoy el segundo elector indiscutido del peronismo, José Lauritto, al frente de la boleta de candidatos a diputados. Mucha cartelería tradicional de plastillera contrasta con los coquetos prototipos del sueño entrerriano, de un perfecto plotteo multicolor. Busti parece haberse mudado a Paraná y Urribarri a Gualeguaychú, donde han establecido comandos de campaña especiales, pero también constituido lugares de visitas obligado, varios días en la semana.
El tres veces gobernador entrerriano no quiere dejar nada librado al azar en el principal distrito electoral de Entre Ríos y para el 10 de octubre quiere una lista de los fiscales, mesa por mesa, en Paraná ciudad y campaña. Con ese material se reunirá en cada circuito electoral con los responsables de fiscalizar el comicio, para verlos cara a cara. «Es una metodología un poco militar» se sinceró con esta página durante la visita que realizó a la ciudad el jueves. Pero se ve que no quiere sorpresas como las que tuvo el día de las PASO, cuando en mesas donde flaquearon los fiscales «aparecieron muchos votos anulados», agregó al comentario.
Se ven las piolas
La tensión creciente en la interna del PJ local trajo esta semana algunas cuestiones para el análisis, pese a los esfuerzos diarios de la dirigencia realiza para soldar posiciones que vienen alejándose desde hace tiempo. Es cierto también que en la intimidad todos saben que la situación es casi normal, aunque de temporalidad inconveniente, con lo que terminan alentando lo que recomiendan desacertado.
Es cierto que todavía falta bastante para el tramo final de la elección, pero algunas cuestiones comenzarán a verse en los próximos días. Por un lado, la aceptación generalizada de que será difícil remar por encima del 40 por ciento y algo todavía más dificultoso de digerir: quién será el responsable local de ese número. Según dicen en las cercanías del entuerto, será ésta la primera discusión poselectoral de cara al complejo futuro.
A río revuelto
El intendente radical de Maciá, Ricardo Troncoso mezcló sus aspiraciones políticas a futuro, con la campaña a las próximas legislativas. En la UCR es conocido desde hace tiempo que Troncoso piensa en su figura como una de las posibles opciones provinciales de proyección, pero la idea de lanzarla ahora fue considerada extemporánea por algunos, pues parece colocar ese debate por encima de lo necesario hoy en el partido.
También los radicales de campaña recorrieron esta semana la ciudad y el Departamento, donde parece haberse concentrado gran parte de la actividad electoral. La reunión mantenida hace unas semanas con los intendentes de la fuerza, el efecto Colombi desde Corrientes, sumado a los cambios favorables en La Rioja, Córdoba y Formosa, han tonificado la estrategia y promete un final de bandera verde con la fórmula diseñada por Jorge Busti, que tiene a Alfredo de Angeli como figura prominente.