Desde los 14 centímetros de altura que registró en mayo pasado, el río Paraná fue alternando breves periodos de recuperación (varios de ellos por la apertura de compuertas o medidas similares adoptadas por la represa Itaipú, que manejan Brasil y Paraguay) con lapsos en los que la bajante se hizo notar. La altura mayor en la capital entrerriana se registró en septiembre, cuando estuvo en torno a 1,50 metros, pero rápidamente volvió a bajar.
Hacia fines de octubre, producto de las lluvias, experimentó un repunte y alcanzó los 87 centímetros. Sin embargo, durante las últimas jornadas se advirtió nuevamente un marcado descenso. Este martes a la madrugada, registraba sólo 53 centímetros en la zona del puerto de la capital entrerriana, según confirmaron a Elonce desde Prefectura.
Al respecto, especialistas del Instituto Nacional del Agua (INA) precisaron a este medio que prevén que siga bajando: Dentro de una semana podría rondar los 40 centímetros, lo que enciende alarmas debido a que llega la época de más calor y por tanto, el momento de mayor demanda de agua potable.
«Las conversaciones formales con los países vecinos se han mantenido, concentrando la atención en el caudal en el río Paraná y especialmente en los niveles frente a las tomas de agua urbanas», manifestaron desde el organismo.
En ese marco, dieron cuenta de que «la evolución de los caudales provenientes de las altas cuencas dependerá fuertemente de las lluvias sobre las áreas de respuesta hidrológica más rápida».
No obstante, ratificaron que «la perspectiva de corto plazo sigue siendo desfavorable. No se espera eventos que puedan aliviar sensiblemente la situación de escasez y bajante que predomina en la región».
Finalmente, desde el INA confirmaron que «la tendencia climática con horizonte en el 31 de enero de 2021 sigue siendo desfavorable. No permite esperar una recuperación franca en los próximos tres meses»