Si el fenómeno de El Niño se comporta este año como lo anticipan especialistas locales en análisis de amenazas naturales, en los próximos meses podría haber más de 100.000 evacuados y tres millones de hectáreas inundadas en seis provincias, incluida Entre Ríos. Las lluvias que se esperan hasta julio y los picos de crecida de las aguas serían 10 veces mayores que las de la última inundación por el desborde de los ríos Paraná, Paraguay -con sus afluentes- y Uruguay.
Esta emergencia afectó a unas 16.190 personas en cinco provincias de las más golpeadas por el dengue.
El informe
La proyección forma parte de un informe del equipo técnico de la Secretaría de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes del Ministerio de Seguridad de la Nación, que se presentó a fines del mes pasado en Casa de Gobierno. Fue la primera reunión del gabinete nacional del Sistema Federal de Emergencias (Sifem) desde su creación, hace 17 años, según afirmaron a La Nación. El fenómeno de El Niño – Oscilación del Sur, «es uno de los tres más fuertes en los últimos 50 años, comparable a los ocurridos en 1983 y 1998. Se prevé que nuestro territorio se vea afectado hasta julio de 2016, con un pico máximo de afectación entre marzo y abril», anticipa el informe.
Entre Ríos complicada
De cumplirse lo previsto, las provincias más expuestas serán Formosa, Chaco, Santa Fe, Buenos Aires, Corrientes y Entre Ríos. Esta vez, los problemas alcanzarán a las localidades cercanas a los ríos Uruguay y Paraná y del interior de las provincias con lluvias intensas y desbordes de ríos y arroyos tributarios de aquellos que conforman la Cuenca del Plata. «Pensamos que este fenómeno de El Niño puede llegar a ser similar o tal vez peor que el de 1983, que es uno de los peores registrados que tenemos.
Si es similar, aunque las ciudades están algo más robustecidas o resilientes con sus defensas, también hay más población. Así que podemos estimar que habrá entre 120.000 y 130.000 evacuados, con más de 140.000 en el pico máximo de afectación y una gran pérdida en la producción ganadera y cultivos en más de tres millones de hectáreas que quedarán bajo el agua», resumió Emilio Renda, secretario de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes.