Por un penal en la última jugada, los Pumas se privaron del festejo ante los Springboks. El recuerdo. 
Era el año 2003 y recién empezaba a asomar la figura de un Hernández que jugaba su tercer test. Contepomi tenía una fronduosa cabellera y eran los últimos pasos con la celeste y blanca de algunos héroes de Gales 1999 como el Yanqui Martin, Albanese y Quesada.
Los Pumas se presentaban en Port Elizabeth un 28 de junio para enfrentar a los Springboks en la última gran prueba antes del Mundial de Australia. Y, después de 82 minutos, los argentinos sorprendían a los 34 mil espectadores que dieron el presente con tries de Juani, Felipe y Núñez Piossek y ganaban 25-23, aguantando y esperando el pitazo final a puro corazón.
Pero una infracción de Tati Phelan en un ruck le daría la chance de dar vuelta la historia a Koen, apertura sudafricano que venía con 100% de efectividad. El 10 la hizo fácil, acertó y aquel partido se sumó a la lista Puma de derrotas dignas.
“Fue una lástima porque habíamos hecho un gran partido, ellos al final metieron jugadores frescos y ahí se nos terminó de complicar mantener el ritmo”, recordó el Yanqui Martin, que jugó cada segundo ante los Boks.
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