Su coordinadora, Marilí Flores, dialogó con La Prensa Federal y explicó que “hay un crecimiento exponencial en los casos de violencia familiar hoy en día. Se planea como alarmante la situación, hay violencia en todos lados”, señaló. El Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (COPNAF) en nuestra ciudad, tiene a cargo la atención de los casos dentro del departamento Uruguay.
Marilí Flores, coordinadora del área, explicó que “hay un crecimiento exponencial en los casos de violencia familiar hoy en día. Se planea como alarmante la situación, hay violencia en todos lados, en la casa, el barrio, el club, incluso en lugares donde antes era reservorio de violencia, como la escuela. En promedio, la oficina de COPNAF local, recibe 100 casos por mes, más lo que continuamente se trabajan. En el último semestre del año 2015 recibieron 587 casos, como dato ejemplificador.
Acompañando la entrevista la abogada en el equipo de trabajo del área, Noelia Carotta, afirmó que “violencia es todo, desde el maltrato verbal hasta el extremo de golpes y maltratos físicos”. El equipo de trabajo también se encuentra conformado por Florencia Paccineli, trabajadora social; la psicóloga Silvina Verón, y Ana María Laballejas. En el momento de trabajar la delicada temática de violencia o abuso sexual en niños y adolescentes es necesario analizar tres ítems fundamentales: la denuncia, el abordaje del hecho y la prevención para que no continúen incrementándose.
La denuncia
La forma primera en la que se da conocimiento del hecho es la denuncia, una palabra a la que mucho le temen. “Hay algunas situaciones en la que el relato real de la víctima se da de forma inmediata y hay otras que demoran años, según como haya sido el contacto, la coordenada entre abusador y la abusada, no es fácil cuando pasa tanto tiempo. Tenemos casos que se están trabajando en este momento donde hubo un deterioro y una instalación como cultura en las criaturas abusadas”, relata Marilí Flores. Mientras tanto, Carotta afirma que “la conducta del abusador es tan perversa que genera en los niños la naturalización del hecho, en que la victima se siente bien.
Hay casos que estamos trabajando ahora, donde sabemos que el abuso existió y que los niños no lo manifiestan, lo niegan y defienden al abusar poniéndolo en un pedestal. Por eso sirve la prevención, la información para que las victimas sepan que lo que les pasa no es normal. Tiene que haber información, una persona que conoce deja de tener miedo, de lo que me informo se como enfrentarlo”. Además Carotta contaba acerca del temor de contar un delito de este tipo. “Notamos que es bastante es el miedo a denunciar, por parte de las instituciones.
Me pasó que me han llamado diciendo que sospechan que hay un nene que esta siendo victima de violencia, pero que no lo denuncian porque no están capacitados, y yo respondo que claro que están capacitados No hay que esperar que el chico venga con la cara golpeada o que pase algo mayor para confirmar la violencia y denunciarla. Ante la duda hay que denunciar, ojala sea en vano, pero podemos estar salvando muchas vidas”. Forma de trabajar La abogada definió como se trabaja en los casos.
“Nosotros en este equipo tenemos dos ramas de casos, la violencia familiar y el abuso sexual infantil. Tenemos diferentes formas de trabajo. Cuando hablamos de maltrato infantil primero se analiza la urgencia del caso, si es grave nos acercamos a la casa de la víctima y comenzamos rápidamente la intervención. Si no es de urgencia la denuncia, los primeros pasos son entrevistar al denunciante, que casi siempre es la persona no violenta, en las oficinas del COPNAF donde se pueden sentir menos amenazados y más seguro para contar lo que están viviendo, buscando que lo cuenten con la mayor claridad y detalles posibles.
Se continúa ofreciendo tratamiento psicológico a ambas partes, de igual manera la persona violenta no cambia por una intervención administrativa, sino que son tratamientos e intervenciones de largo plazo”. “A la par el equipo trabaja con la integridad familiar, con todo el contexto. Hay que aclarar que en todas las situaciones que viven la infanto-adolescencia provienen de los adultos, incluso cuando hay niños victimarios, esos chicos primero fueron victimas”, informó Flores. Continuando con la intervención es necesaria una ayuda económica para fortalecimiento familiar.
La doctora Carotta explicó de que se trata, “en el acompañamiento familiar contamos con recursos para trabajar en el fortalecimiento, que consta de una ayuda económica para una tarea determinada. Pretendemos que los chicos tengan actividades, buscamos cual es la actividad que lo ayudará y con ese dinero compramos los recursos para que lo puedan hacer. Como por ejemplo si un chico se siente bien jugando futbol entonces compramos los botines, pagamos la cuota del club y lo acompañamos a la actividad”.
Por otro lado también esta la figura de acompañante en el trabajo de tratamiento de los casos. “Es una persona que no es parte del equipo nuestro, sino un profesional externo que presta el servicio determinado que necesita la víctima, a los efectos de que se cumpla el trabajo de ayuda. Como apoyo escolar, o alguien que lo lleve y acompañe al tratamiento de ayuda mental”, informó la abogada.
Prevención
En lo que respecta a algo tan importante como la prevención es poco lo que pueden aborda desde la oficina local de COPNAF, ya que “otro equipo sería necesario para trabajar a la par del equipo actual que tenemos porque no damos abasto con la cantidad de casos que ingresan” “Falta mucha información de la violencia y del abuso sexual, como hay carteles de cómo se contagia el hiv y como se previene o como afecta el cigarrillo, habría que colgar carteles de todo lo que es violencia, de cuales son las conductas que te hacen reconocer de que un nene es victima de alguna de estas dos cuestiones.
Mientras tanto Marilí Flores intenta crear conciencia “en nuestra ciudad a habido casos de violencia en las que no sólo terminaron en internaciones en el hospital sino que en algunos casos hubo que derivar chicos al hospital San Roque. La violencia y el abuso en un altísimo porcentaje es ejercida en el contexto intrafamiliar, no es que abusa del chico el hombre de la esquina, es adentro de la casa, intrafamiliar”. Es una difícil situación que cada uno cree que jamás le tocará, pero hay muchos niños que están naciendo y creciendo en una vida de golpes físicos y verbales o abusos sexuales.
Dentro de los caso que relataba parte del equipo de COPNAF, hay niños de 1 años o 2 víctima de sus padres, niñas de 11 años que fueron abusadas por su padre, abandonada por su madre y fue de una manera tan natural para ella que con esa edad aceptó que otros hombres abusen de ella como si su cuerpo y sexualidad son un objeto. Ambas profesionales coincidieron que la prevención es lo principal, las víctimas tienen que ver y reconocer que lo que les sucede no está bien, no es natural y es necesario reiterar lo afirmado por Flores “todas las situaciones que viven la infanto-adolescencia provienen de los adultos, incluso cuando hay niños victimarios, esos chicos primero fueron víctimas” y se convierte en una cadena de nunca acabar.