Comenzado octubre, se conoció que el consumo en septiembre sigue en caída libre. En general en lo que va del año, lleva un 11,9%.
Septiembre volvió a registrar una caída en el consumo en supermercados, con una disminución interanual de alrededor del 18% en las primeras tres semanas del mes, según informó la consultora Scentia. Por su parte, supermercadistas estiman que la reducción acumulada hasta este mes se sitúa entre el 12% y el 13%.
Estos datos se alinean con el último informe de la consultora, que reportó una caída del 17,9% en las ventas durante agosto y un descenso acumulado del 11,9% en lo que va del año. Así, el consumo se muestra como la variable que más tarda en adaptarse a la recuperación—heterogénea—de los ingresos. Un informe de la consultora Analytica, titulado “El consumo no acompaña la mejora de los ingresos”, subraya esta situación.
El análisis de Analytica, dirigido por el economista Ricardo Delgado, indica que los salarios privados registrados han crecido un 10,8% en términos reales desde abril, acumulando cuatro meses consecutivos de aumento hasta julio.
También se observó un incremento del 2,6% en el salario del sector público ese mes, tras una leve caída en junio. Sin embargo, a pesar del aumento en los ingresos y del crédito, el consumo sigue sin reaccionar.
En julio, las ventas en supermercados y autoservicios cayeron un 16,1%, con un descenso acumulado del 9,6% en los primeros siete meses del año. Analytica califica este nivel de ventas como «sumamente bajo», siendo el promedio de este año el más bajo desde que se iniciaron los registros en 2017. Además, las ventas en autoservicios alcanzan su nivel más bajo desde septiembre de 2019.
Los datos de ventas minoristas de CAME también reflejan esta tendencia, mostrando una caída mensual del 1,6% en agosto y un descenso acumulado del 19,5%. Aunque el EMAE de comercio repuntó un 3,3% sin estacionalidad, presenta un comportamiento oscilante desde mayo y se encuentra un 6,2% por debajo de los niveles de noviembre.
En contraste, los créditos con tarjeta crecieron un 8,4% en términos reales en julio, aumentando un 19,3% desde el mínimo de febrero, aunque todavía están por debajo de los niveles de noviembre.
Esta disociación se explica, según Analytica, por el aumento del peso de los servicios en los ingresos, lo que ha cambiado la composición de los gastos de los hogares. Mientras los salarios crecieron un 128,5% desde noviembre, los gastos en servicios como electricidad, gas y combustibles aumentaron un 320,2%, sumándose a un incremento del 252,6% en el transporte público.
“Por ello, la mejora salarial no es suficiente para recuperar los niveles de consumo del año pasado, y el aumento en el crédito con tarjeta está evitando una caída aún mayor”, advierte el informe.
Otro aspecto notable es el consumo en shoppings, que disminuyó un 1,8% mensual sin estacionalidad en julio, aunque ha mostrado tres meses consecutivos de recuperación, lo que podría contribuir al incremento de los créditos con tarjeta y reflejar un impacto desigual de la recesión. Este fenómeno también se observa en el patentamiento de autos y motos, que aumentó un 34,1% y un 39,2% acumulado mensual sin estacionalidad entre febrero y julio, respectivamente.
Mientras tanto, los supermercados están implementando descuentos y promociones, como 2×1 y 50% de descuento, para estimular el consumo. También están apostando al verano y a las fechas de reuniones para reactivar la venta de bebidas alcohólicas y snacks, que han registrado aumentos del 24,3% y 31,2% respectivamente.