El cirujano quiere volver a trabajar

El cirujano Daniel Ojeda, imputado por homicidio tras el fallecimiento de una paciente a la que atendió en un lugar sin habilitación, recuperó este miércoles su libertad, tras varios meses en prisión preventiva.
Sin embargo, la buena noticia no lo dejó del todo conforme. Ni bien se encontró con el cronista del Diario Río Uruguay, protestó porque el Juez le impuso la obligación de pasar a firmar por tribunales tres veces a la semana. «No creo que esté bien venir tres veces a la semana a firmar», dijo, y enseguida lanzó otra frase aún más fuerte: «pasé de estar preso en mi casa a estar preso en la ciudad».

Ojeda explicó que su mayor preocupación pasa por volver a trabajar para sostener a su familia. «Si tengo que venir a firmar tres veces a la semana, ninguna persona me contrataría», se quejó.
El médico manifestó que tiene «una familia a cargo, con menores» e insistió en su necesidad «de trabajar, básicamente, para llevarles el sustento», porque, confesó, «estoy pasando por una crisis económica», ya que «la última vez que trabajé fue a fines de enero». «Con un sueldo de mi esposa (que es docente universitaria en la UADER) no la estamos pasando para nada bien», agregó.

El cirujano también insinuó un mea culpa cuando dijo sentirse «muy mal con todo lo que sucedió». «Estoy muy apenado» admitió, aunque de inmediato aseguró que está esperando la oportunidad para decir su «verdad».
Por último, Ojeda se mostró consciente de que su situación judicial es muy complicada al señalar que no espera «salir sin ninguna pena».