El Centro Especializado de Natación está cumpliendo sus 20 años de vida y lo festeja. Uno de esos festejos fue el tercer cruce del Río Uruguay.
El Centro Especializado de Natación (CEN) que dirigen Sergio Delorenzi y Clarita, su hija, festejó este domingo sus 20 años de existencia con el Tercer Cruce al Río Uruguay, donde sus alumnos cruzaron desde Camba Cuá a la Isla del Puerto, frente al sector de 7 Colinas.
Previo al comienzo de las pruebas el profesor Sergio Delorenzi hizo uso de la palabra y agradeció a todos aquellos que habían colaborado para poder realizar estas pruebas para sus alumnos. La intendencia local con José Lauritto presente; a los concejales, Dirección de Deportes; la Prefectura Naval Argentina y todos aquellos que habían puesto su granito de arena para este tercer cruce.
Después casi 80 alumnos de los numerosos con que cuenta el Centro comenzaron a ser trasladados hasta Camba Cuá para, desde ahí venirse hasta la Isla del Puerto.
«Antes lo hacíamos al revés -nos cuenta Sergio- pero al llegar a la isla no había nadie esperándolos». El cambio fue muy efectivo porque cada grupo que llegaba a las arenas de la Isla recibía el aplauso de los numerosos presentes.
Un travesía complicada
Gente de todas las edades se dieron cita a este cruce encontrándose con una situaciones climática muy complicada porque el fuerte viento hizo que el río estuviese muy «picado» y con mucha correntada. Además, está más que claro que no es lo mismo nadar en pileta que en aguas abiertas.
Para muchos fue su «bautismo» en aguas abiertas y con condiciones tan exigentes pero todos, de una u otra manera (se comentó que un empleado bancario, no trascendió su nombre, vino prendido del kayac de Rodrigo Caffa) se dieron mañas para llegar.
Los participantes eran trasladados en lancha a Camba Cuá con 8 nadadores por turno y en su regreso nadando eran acompañando por kayac, además de estar la gente de Prefectura controlando todo.
No fue sencillo el cruce; algunos llegaron muy lejos del arco de llegada; otros estuvieron largamente sentados tratándose de recuperar y en este caso un entrenador de fútbol femenino fue el más perjudicado y hasta perdió sus antiparras en la «pelea» con el agua.
Más allá de los pormenores individuales, el Tercer cruce fue todo un éxito y será una de las actividades a cumplirse con la llegada de los 20 años de existencia del CEN.
El ejemplo de Marcelo
A muchos le costó llegar pero queremos resaltar el esfuerzo de Marcelo Lozano, al que le falta un brazo y una pierna. Sin embargo le puso mucha garra y completó el recorrido para recibir el más cálido aplauso de la jornada.
Fuente: Deporte Digital